Conocido como carpincho, capibara o chigüire, se trata del roedor más grande del mundo, cuyo hábitat se extiende por Centro y Sudamérica, ya que le gustan los climas tropicales y vivir cerca de donde hay agua.
El nombre de capibara significa “señor de la hierba”, en guaraní; su nombre científico hydrochaeris, del griego, significa “cerdo de agua”. Puede llegar a pesar hasta 65 kilos y medir 1.3 metros de largo.
Pero la característica más importante de estos animales, es su excelente capacidad de socialización, pues es como el típico amigo que a todo mundo le cae bien, que se adapta a cualquier grupo o situación si llega a una fiesta, y se gana el cariño de todos.
Si no lo crees, te vamos a mostrar las evidencias, mientras vamos conociendo un poco más de estos maestros de la buena onda.
El capibara es un experto nadador, y puede durar hasta 5 minutos totalmente bajo el agua, o bien, nadar con todo el cuerpo sumergido, a excepción de los ojos, al nariz y las orejas.
Cuando percibe algún peligro emite un sonido similar a un ladrido, lo que alerta a los miembros de su familia y manada, y salen trotando para sumergirse en el agua.
Durante el día se la pasan acostados en barro o en el agua. Para dormir de noche no tienen madrigueras, solo se acomodan entre vegetación alta para poder ocultarse.
Se alimentan de la vegetación que hay en tierra y algunas veces de la que hay en el agua. Cuando están cerca de algún lugar con presencia de cultivos, se meten y comen las cañas de azúcar, el maíz y las sandías.
Esta especie no construye nidos ni madrigueras, así que las hembras dan a luz a sus crías en cualquier parte.
Luego de un par de meses, los pequeños capibaras son totalmente independientes, aunque siguen viviendo en manada, ya sea de 4 o 5, o grupos de hasta 20 roedores.
Sus principales depredadores son los felinos, como el jaguar y el ocelote, y por supuesto, el ser humano, quienes desde hace mucho tiempo lo cazan para usar su piel, los colmillos y comer su carne, la cual prácticamente no contiene grasa y es baja en colesterol.
A pesar de su tamaño, son recomendables como animales domésticos, pues como vemos, son muy dóciles y amistosos, además de que son limpios; también pueden aprender algunos trucos.
Eso sí, debes tener siempre hierba y paja para que se alimenten y se recuesten y sobre todo, agua donde puedan bañarse y si es posible, nadar.
No sería mala idea que los humanos adoptáramos un poco más de la forma de ser de estos simpáticos roedores, y nos relacionáramos con los demás así, sin diferencias…