La alerta roja por la extrema contaminación en Beijing, China, está alcanzando niveles inesperados. Y en este caso, puede que haya empezado todo en tono de broma, pero dos canadienses ahora están aprovechando esta niebla tóxica para venderle a los chinos unas latas de aire fresco de las montañas rocosas.
Del 8 al 10 de diciembre, Beijing estuvo bajo su primera alerta roja -el punto más alto en el sistema de cuatro niveles que adoptó hace dos años- para la calidad del aire, por lo que se le dijo a los niños y los ancianos que no salieran de sus casas.
Las fotografías parecen tomadas de alguna película, pero lamentablemente es la realidad diaria de los habitantes de esta ciudad, por lo que se recomienda que las escuelas permanezcan cerradas, y que los residentes tomen el transporte público en lugar de conducir, o bien, que lleguen a sus destinos caminando.
Los que tenían que salir a la calle lo hicieron con cubrebocas, y algunos más ordenaron sus botes de “aire fresco”, creadas por Troy Paquette y Moisés Lam.
Esta pareja inició el negocio en el 2014, después de hablar con amigos que eran visitantes frecuentes a Asia, quienes les contaban acerca de la mala calidad del aire en China, específicamente.
Como experimento, los dos capturaron tanto aire como pudieron en una bolsa Ziploc grande, la cerraron, la pusieron en eBay, y finalmente la vendieron por 99 centavos. Su segundo intento desató una guerra de ofertas, y alguien compró la bolsa ¡por 168 dólares! Esto fue el punto de partida “Aire Vital”, como se llama su compañía.
La forma en que capturan el aire ahora es un secreto comercial, pues Paquette solo ha dicho que descienden a Banff y al Lago Louise, en Edmonton, Alberta, Canadá, para llenar latas gigantes con aire a través de compresión limpia, y lo llevan a casa para embotellarlo.
“Por mucho que esto haya comenzado como una idea de novedad, la verdad es que hay un problema grave de smog en Beijing, y estamos encontrando que la gente está comprando algo más que una novedad, sino que es un producto para el uso diario. Ha habido bastante demanda”.
Los botes incluyen una mascarilla que a la vez sirve de tapa, y contiene alrededor de 150 sprays de aire, de 1 segundo cada uno. Existen paquetes individuales y latas dobles que se venden desde 16 hasta 46 dólares.
Aparte de China, el interés también ha surgido en lugares como Irán y Afganistán, dijo Paquette.
Paquette dice que tomó un tiempo para poder posicionar este producto, pero desde la alerta emitida en Beijing la semana pasada, la demanda se ha disparado.
Lam dijo al Telegraph que su primer envío de 500 botellas fue vendido en cuatro días, y una caja que contiene más de 4 mil piezas ya está en camino a China, además algunas personas han expresado su interés de que se venda en las tiendas.
Cierto es que han tenido éxito, pero en sí, esta idea de inhalar aire de otro lugar para hacer frente a la contaminación no es completamente novedoso.
Por ejemplo, para promover el turismo en la zona y para crear conciencia sobre la crisis de la contaminación del aire de China, en 2014, la Reserva Natural de Lajoun les dio a los residentes de Zhengzhou, una de las ciudades más contaminadas del país, la oportunidad de respirar aire fresco de la montaña en bolsas selladas.
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Actualmente Aire Vital no es el único negocio que se ha aprovechado del smog. Un restaurante en la provincia de Jiangsu le añadió a la cuenta de los comensales una “tarifa por aire limpio”, según informaron algunos medios de comunicación.