En la vida existen vehículos, y el 750-HP ’69 Camaro, el chico malo de los autos de lujo. Pura fuerza sobre cuatro ruedas, una restauración del modelo original que aunque es un cliché dentro del mundo de los restauradores de vehículos, ahora tiene una versión definitiva.
Es una obra de arte, restaurada en su totalidad por Timeless Kustoms, una empresa automovilística californiana que añadió al clásico Chevy Camaro un toque de poder en forma de turbocompresores con 750 caballos de fuerza.
Para mejorar la estética y la aerodinámica, Timeless ha optado por afilar los rieles de goteo y escoger un parachoques que estuviera más ceñido al cuerpo del vehículo.
Y como toque final, se ha optado por una pintura de grafito espumoso color negra, estilo BMW, que le da este Camaro toda la rudeza que necesita para dominar las calles.
En el interior se ha optado por un diseño de Marquez Design, con medidores automáticos y análogos para rastrear todas las funciones del camino.
Cuenta con un volante Sparco, y la tapicería está hecha en una sola pieza de gamuza, con amortiguadores de sonido accu-mat.
Sin duda alguna, el Camaro 69 es el modelo favorito para los restauradores, pero esta versión turbo, es la mezcla perfecta entre rapidez, estilo, actitud y mucha fuerza.