Un hombre dejó olvidada a su esposa a la orilla de la carretera después de que se bajó a orinar. La mujer tuvo que caminar por 20 kilómetros para pedir ayuda, mientras que su esposo continuó el viaje en coche, pues pensaba que ella estaba durmiendo en los asientos traseros.
El 25 de diciembre, una pareja tomó su coche a las 3:00 a.m. y salió de su casa en Bo Win, provincia de Chonburi, al este de Tailandia. Ambos se dirigían a pasar Año Nuevo en su ciudad natal. Sin embargo, a la mitad del camino, el cuerpo hizo su trabajo y Boontom Chaimoon detuvo el coche en medio del camino para bajar y soltar las aguas.
Su esposa, Amnuay Chaimoon, de 49 años, le dijo que esperara a llegar a una gasolinera, ya que ella también necesitaba ir al baño. Sin embargo, no fue escuchada y también bajó para hacer sus necesidades en la selva. Su esposo no se dio cuenta de que ella había bajado, por lo que al volver al auto, arrancó sin reparo, dejando a su esposa en medio de la nada.
Amnuay tuvo que caminar por horas hasta una estación de policía que la ayudó. Cuando quisieron contactar al esposo, la situación se tornó complicada porque la mujer había dejado su celular dentro del coche y no se sabía de memoria el número de su esposo.
Después varios intentos pudieron contactar al señor Chaimoon, quien ya tenía casi 160 kilómetros de delantera y no se había dado cuenta de que su esposa no estaba en el auto. Él pensaba que ella estaba durmiendo en la parte trasera, por lo que no le pareció extraño que ella no lo estuviera acompañando como copiloto.
Boontom regresó por su esposa a la estación de policía y las autoridades confirmaron su relación, así como que el abandono no procediera de una pelea. Aclarado el olvido, la pareja se retiró a sus planes de fin de año. El esposo se disculpó ante los periodistas y dijo que sentía sus acciones.
Por su parte, Amnuay dijo que llevan 27 años casados y tienen un hijo de 26 años. Sin embargo, el incidente la dejó sin palabras y expresó que hablaría con su esposo al respecto cuando llegaran a su destino. Literal, le aplicó el “vas a ver cuando lleguemos a la casa”. Suerte para la pareja, que ahora tuvo una buena historia que contar para recibir el 2023.