La aurora boreal es un fenómeno natural en el que se origina un brillo durante la noche en zonas polares, aunque puede también ser vista en otras zonas del mundo por periodos cortos. En el hemisferio sur se le conoce como aurora austral, mientras que en el hemisferio norte se le llama aurora boreal.
Esta es producida por la eyección de partículas solares que chocan contra una esfera que rodea nuestro planeta que está formada por líneas invisibles y parten de ambos polos, como si fuera un imán gigantesco. Esta esfera recibe el nombre de magnetosfera porque obedece al campo magnético que se origina en el núcleo de la Tierra y está alrededor de este.
Debido a los viajes espaciales, es posible ver estos fenómenos desde una perspectiva muy diferente, lo que nos hace descubrir detalles imperceptibles desde la superficie. Por ello este hermoso espectáculo ha sido captado y compartido por astronautas de la misión 64 a bordo de la Estación Espacial Internacional.
En esta óptica captada desde las afueras de la atmósfera de nuestro planeta es posible verla enmarcada por la Tierra. Al ser acentuada por las estrellas y el universo, es una experiencia que va mucho más allá de cualquier otra majestuosidad. En estas imágenes es posible ver las características y luces verdes brillantes que se elevan sobre los países y mares.
Una de las imágenes tomada el día 12 de enero nos muestra el cielo nocturno plagado de estrellas y con la aurora boreal sobre las ciudades de Rusia, Ucrania y Kazajstán mientras la Estación Espacial Internacional orbitaba a una altura aproximada de 260 millas por encima de estas.
Además, en Rumania, Suecia y Finlandia se pudo ver mientras las luces de la ciudad brillaban. Cuando una tormenta solar se aproxima a la Tierra, gran parte de la energía y las partículas pueden viajar por las líneas del campo magnético en los polos sur y norte hacia su atmósfera, donde estas interactúan dando como resultado este maravilloso espectáculo luminiscente en el que el oxígeno genera luz verde y roja, mientras que el nitrógeno adquiere una coloración azul y violeta.
Los viajes espaciales permiten observar nuestro planeta desde ángulos hasta hace poco insospechados y descubrir detalles de la atmósfera que son invisibles para muchos. Las diferentes tripulaciones han sido espectadoras de imágenes sacadas de sueños durante los últimos años.