Los suelos se mueven durante la noche en el estado australiano de Nueva Gales del Sur y no precisamente por un terremoto, sino por una colosal plaga de roedores que además de acabar con cultivos, se suma a la sequía que se sufre desde hace un tiempo, los incesantes incendios y la pandemia.
Esta plaga es la peor en los últimos diez años y no solo preocupa a los productores de grano, que han tenido grandes producciones en la región, también a la población en general, pues los ratones se mueven más durante la noche en verdaderos enjambres dignos de una película de terror. Además, estos acaban con todos los alimentos y hasta muebles, pero lo que resulta más molesto son los aromas del excremento que se encuentran por todas partes.
La sequía terminó con las lluvias que llegaron, pero debido a que la cosecha fue excelente y a que los productos obtenidos abundaron, la población de roedores comenzó a crecer desmesuradamente. Algunas personas afirman que los enjambres de ratones comenzaron a ser vistos en octubre de 2020 al sur de esa región y desde entonces todo se ha salido de control.
Esto es muy preocupante, ya que especialistas como Alan Brown, miembro de la Asociación de Agricultores de Nueva Gales, afirman que la plaga ya ha cubierto aproximadamente la mitad del norte del estado, pero que puede extenderse todavía más.
Están causando problemas serios ahora, y la gente es mordida… Las ratas están a un nivel molesto, pero los ratones están en proporciones de plaga, particularmente en el norte, oeste y suroeste del estado.
– Alan Brown
Las pérdidas económicas son cuantiosas, se sabe que se han perdido cosechas enteras de hasta 200 mil o 300 mil dólares a causa del insaciable apetito de los ratones, que por cierto son implacables, ya que se les ha puesto alimento envenenado, pero aun así acaban con ello, no dejan rastro de absolutamente nada.
El sector turístico que de por sí se veía afectado por la pandemia, tampoco huye de esta invasión roedora y los dependientes de estas empresas luchan incansablemente por mantener a los ratones fuera de las habitaciones de los hoteles. De hecho, una tenista participante del Abierto de Australia fue acusada de alimentar a los roedores que estaban en su habitación.
Nada está fuera del alcance de esta molesta plaga y los supermercados están siendo afectados, pues los ratones entran y se comen absolutamente todo lo que pueden. Además, son tantos que llegan a atrapar entre 400 y 600 por noche.
#Mice numbers are exploding in many parts of NSW. Haystacks are being destroyed, silos invaded, winter crop sowing is at risk and there is a human health impact. @NSWFarmers is calling for action👉https://t.co/c17hSFMiVG#nswfarmers #miceplague pic.twitter.com/2HH8YnnqJM
— NSW Young Farmers (@NSWYF) March 16, 2021
Los estragos de estos invasores son cuantiosos y obligan a los dependientes de supermercados locales a trabajar hasta seis horas extra al día o doblar turnos porque el hedor que desprenden las heces y cadáveres de ratones es tan fuerte que obligan a los clientes a ir a otros supermercados aunque se encuentren más lejos. Solo los clientes más leales siguen comprando en estos lugares, ya que entienden la situación por la que se está pasando en todo el estado.
La plaga acaba con todo lo que encuentra a su paso, desde papel higiénico hasta cualquier tipo de alimento aunque este se encuentre enlatado, lo que ha llevado tomar decisiones como guardar todos estos artículos en cajas herméticamente cerradas.
Sin embargo, esto no es todo, pues las plagas siempre acarrearán otras cosas que puedan poner en peligro la salud de la población. Priscila Stanley, la directora de Salud del Distrito de Western NSW, declaró que ya hay algunos informes de personas con coriomeningitis linfocítica, una enfermedad que es transmitida a través de los ratones. Actualmente se tiene conocimiento de al menos tres hospitalizaciones por mordeduras de este roedor.
La enfermedad está relacionada con los ratones, pero es muy rara. La gente describió dolor de cabeza, muscular, fiebre, fatiga, náuseas, vómito y pérdida de apetito.
– Priscila Stanley
Además, los animales ya se encuentran en hoteles y hospitales, por lo que las administraciones de estas instituciones se han visto obligadas a colocar más trampas, repelentes y bloqueo de ventanas y puertas para evitar que entren ratones.
Es probable que se trate de un hecho natural, por lo que a estas medidas se suma también la eliminación oportuna de alimentos, limpieza de jardines, áreas recreativas, los alrededores de los edificios y bloqueo de drenaje, así como evitar la acumulación de cosas donde los ratones pudieran hacer madrigueras.
Ya que los principales afectados por esta plaga son los agricultores, el presidente de la Asociación de Agricultores de Nueva Gales del Sur, James Jackson, ha solicitado ayuda al gobierno estatal y al mismo tiempo solicita un permiso de emergencia para aplicar un procedimiento a los granos no esterilizados con fosfuro de zinc a la Autoridad Australiana de Plaguicidas y Medicamentos Veterinarios.
Multiple hospital patients have been bitten by mice in Australia as a plague of mouse sweeps New South Wales pic.twitter.com/idieijHIlQ
— TRT World Now (@TRTWorldNow) March 19, 2021
Al solicitar este permiso, se pretende reducir el costo del programa de envenenamiento. Además, habrá oportunidad de poner los campos de cultivo en “barbecho”, una técnica de agricultura en la que se deja de sembrar durante uno o más ciclos vegetativos.
Los granjeros también requieren de un programa que atienda sus necesidades financieras, pues el costo de controlar la plaga es demasiado alto, ya que se han organizado para rociar cebo envenenado desde avionetas y en el suelo en todas las regiones de cultivo.
Además, la temporada de siembra cada vez está más cerca, por lo que los agricultores solicitan que por lo menos se les reembolse lo que han invertido en rodenticidas o mínimo les sea otorgado un subsidio que les permita comprarlos.
La plaga está totalmente fuera de control y Adam Marshall, ministro de Agricultura de Nueva Gales del Sur, ha afirmado que no se ha podido identificar un método eficaz ni sugerencias para controlar el problema y comenzar a restablecer la economía rural.
Esto muestra lo difíciles que son los ratones de manejar.
– Marshall
Se espera que haya una pronta respuesta por marte del gobierno local, aunque para esto será necesaria la intervención de la Autoridad Australiana de Plaguicidas y Medicamentos Veterinarios, pero si esto no sucede, entonces se verán obligados a recurrir a instancias federales. Sin embargo, si el problema sigue sin encontrar solución, los agricultores podrían tomar una “solución no aprobada” para defenderse de la devastación de los roedores.