No cabe duda de que las imágenes son poderosas, sobre todo cuando se trata de series animadas o caricaturas. No podemos negar que muchos intentamos convertirnos en supersaiyajin debido a la influencia de Dragon Ball, pero de ahí no pasábamos. Aunque deseábamos los superpoderes de otros héroes de comics y televisión, no intentábamos obtenerlos, al menos no con tanta insistencia.
Pero un adolescente de 15 años trató fervientemente de obtener superpoderes con los mismos métodos que utilizaron sus personajes favoritos. Inspirado por el personaje Mercury de los X-Men, el jovencito se inyectó tres dosis de mercurio que sacó de un termómetro.
Afortunadamente, la inyección no le causó toxicidad irreversible en el cuerpo, solamente se le presentó una úlcera que no podía sanar, pero que por medio de cirugía lograron cerrar. El equipo médico que lo atendió también le dio tratamiento para eliminar los altos niveles de mercurio en orina y sangre.
Sin embargo, el paciente no desarrolló signos clínicos de intoxicación crónica, lo que demuestra que la inyección subcutánea de mercurio tiene un riesgo bajo de toxicidad sistémica y que la histopatología (examen microscópico del tejido) juega un papel importante en el diagnóstico.
El caso ha sido reportado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica de Estados Unidos y les ha sorprendido que el niño lo haya hecho sin padecer algún tipo de trastorno, pues argumentan que quienes se practican este tipo de inyecciones suelen ser suicidas.
Además, le hicieron estudios para evaluar tanto su salud mental como su capacidad cognitiva y en todos salió de maravilla. Por esta razón les resulta increíble que un adolescente se haya atrevido a tanto en su búsqueda de superpoderes. Sin embargo, esta no es la primera vez que pone su vida en peligro para convertirse en un héroe, pues también intentó ser Spider-Man al dejarse morder por un buen número de arañas. Afortunadamente, el joven fue atendido en ambas ocasiones y no presenta signos de envenenamiento crónico.