Son innegables los estragos que la pandemia por coronavirus ha causado alrededor del mundo. Por ejemplo, en México, los contagios ya superan el millón y el número de víctimas fatales asciende a 30 mil. Este país no ha estado exento de sufrir duros golpes tanto a la productividad como economía local y han sido muchos los negocios que han tenido que cerrar sus puertas por esta razón, como el caso que te presentaremos a continuación.
José Luis Amador Montalvo es un señor de 62 años que se enfrentó a la inminente quiebra de su negocio de venta de plantas debido a la crisis económica generada por la pandemia. Todo inició cuando su hijo, quien ayudaba a vender los arboles frutales, arbustos y flores, contrajo la infección de coronavirus, lo que le impidió volver a trabajar.
Tengo dos hijos, mi hija es casada, ella está con su familia, mi hijo vive con mi esposa y conmigo, pero ahora hay que ver cómo le hacemos. Él se hacía cargo de todo, pero desde que se enfermó hay que entrarle.
– José Luis Amador Montalvo
Don José dejó en claro que aunque su hijo ya haya superado la enfermedad, prefiere que guarde reposo en casa y se recupere. Por lo pronto, un sobrino suyo es quien le ayuda todos los días. Juntos se instalan en un semáforo ubicado frente a la entrada del residencial la Asunción Metepec, México con sus arbolitos y una lona donde anuncian lo que están ofreciendo.
El señor afirma que antes de que llegara la pandemia a nuestro país, las ganancias eran bastante buenas, pues llegaban a percibir hasta unos 50 dólares cada tercer día, pero ahora no sacan ni siquiera una cuarta parte de esa cantidad, ya que no hay nadie que compre.
Esto lo hizo implementar una idea para obtener ganancias, ya que no hay donde vender y la gente no tiene dinero. don José decidió cambiar sus plantas por artículos de despensa para alimentarse. Además, con estos apoyan a los trabajadores de su negocio, pues tampoco cuentan con un ingreso por el momento. Lo bueno de la situación es que la gente ha respondido de muy buena manera, donando incluso ropa y zapatos.
Detalló que los árboles que más intercambia son cedro, limón, rosal, girasol y naranjo, pero antes de la crisis, vendía el más grande hasta en 150 pesos. Sin embargo, ahora se ha visto en la necesidad de recibir donativos a cambio de ellos.
Don José y su sobrino viven en Xonacatlán y todos los días van a Metepec con la esperanza de recibir todo este tipo de ayuda, pero hay que considerar también que él está apoyando a las personas que le cambian sus plantas, y más importante aún, está haciendo un bien al planeta promoviendo indirectamente la ecología y el cuidado de las áreas verdes.
Su jornada laboral es bastante extenuante, pero muy inspiradora, pues seguramente acuden al lugar desde muy temprano, soportando cualquier inclemencia climática. Un caso muy inspirador, pues es evidente que ha aprovechado sus propios recursos para sobrevivir en medio de esta pandemia.