Yo entiendo cuando ustedes, caballeros, dicen: “en mis tiempos nos aguantábamos las palizas, no existía eso del bullying“, sí, es verdad, no se le conocía como tal; y sí, aguantábamos las palizas del bravucón… Pero son otras épocas, debemos apoyarnos los unos a los otros.
Es por eso que el primer día de escuela Phil Mick, de 11 años, llegó escoltado por 50 motociclistas que lo dejaron en la entrada, ante la mirada atónita de los compañeros.
Acompáñenme a ver esta historia…
De acuerdo con su mamá, Tammy Mick, Phil les confesó que la sola idea de regresar al colegio lo tenía aterrado, pues durante el último año había recibido el acoso de un bravucón al cual le tenía mucho miedo. Su madre contó a medios locales cómo el niño les dijo que ya no quería regresar a la primaria:
Nos lo estaba escondiendo. Todo este tiempo nos escondió que lo molestaban, llegaba con golpes y moretones pero nos decía que eran por juegos con sus compañeros. Hasta que no lo soportó más, nos dijo que estaba harto, que quería terminar con su vida.
Brent Warfield, gerente de la tienda de motocicletas KDZ y amigo de la familia, decidió tomar cartas en el asunto y ayudar a Philip:
Conozco a Phil y a Tammy, ella me dijo que lo molestaban mucho. Yo dije, ‘bueno, el siguiente año apártame la fecha, porque lo voy a escoltar hasta la puerta de su escuela… Cuando escuchas a un niño de 11 años hablar de cómo le pegan y lo molestan, sólo por no tener dinero o ropa ‘bonita’, estar gordito, me rompe el corazón, porque yo tengo un hijo de 11 años y odiaría que estuviera en la misma situación.’
Warfield puso un anuncio en Facebook donde invitaba a la comunidad de motociclistas de Auburn, Indiana, para que lo acompañaran a escoltar a Phil este pasado 1 de agosto. Para sorpresa de todos, esa mañana se reunieron 50 rudos motociclistas en casa de Phil, quienes le llevaron ropa nueva y útiles escolares. Al respecto, Brent agregó:
Esto le dio confianza, la escuela secundaria es un comienzo nuevo para él. He estado platicando con Phil desde entonces, ahora es un chico feliz, que llega a casa muy contento.
Tammy también está contenta, pues asegura que ese día especial le dio a su hijo lo que necesitaba:
Quería llorar, fue conmovedor. No hay momento en que no hable de ese día, fue el mejor de su vida. Brent, y todos sus amigos, desde el fondo de mi corazón, quiero agradecerles, hicieron a mi hijo el niño más feliz del mundo.
Además, la madre de Phil agregó que le encantaría alentar a todos los chicos que son molestados, a compartirlo con alguien de confianza, pues siempre habrá alguien dispuesto a ayudarlos.