¿El actor nace, se hace o se prepara? Esta es una gran pregunta que nos pensar acerca de todos esos procesos y técnicas que los actores emplean para dar vida a los personajes que están por interpretar. Por ejemplo, Robert De Niro pasó un mes entero trabajando como taxista para imitar la perturbada mente de Travis Bickle en Taxi Driver o Margot Robbie, que se sometió a rigurosas sesiones de entrenamiento de patinaje sobre hielo para dar vida al personaje de la patinadora Tonya.
No hay nada como vivir experiencias en carne propia para hacer un papel lo más parecido posible al que se está conceptualizando y para esto tenemos al genial actor Christian Bale, quien hace todo lo posible con tal de amoldarse físicamente al personaje que está por interpretar. Como muestra de esto, te traemos estas transformaciones que son verdaderamente sorprendentes.
1. El maquinista (2004)
Bale interpreta a Trevor Reznik, un trabajador de una fábrica bastante dañado psicológicamente. Además, tiene un físico totalmente demacrado y pálido, que puede percibirse como una manifestación sombría del agotamiento y agitación que lleva en su interior. Este personaje es la viva imagen de alguien insano, con sus costillas sobresaliendo de la caja torácica y estómago pegado por completo a su columna vertebral. De hecho, cuando lo vemos en escena, resulta complicado creer que lo que estamos viendo es un actor vivo y mucho menos a Christian Bale, a quien se le conoce como una persona muy resistente y fuerte.
Según Bale, para la filmación de esta película bajó aproximadamente 29 kilos durante los cuatro meses anteriores a iniciar la producción. Algunos afirman que es la mayor pérdida de peso hecha por un actor para interpretar a un personaje en la historia del cine. Para lograr este aspecto tan deplorable, Christian Bale se sometió a una dieta de atún, manzanas, agua, café y whisky, que equivale a la ingesta de solamente 200 calorías.
2. Escándalo americano (2013)
Irving Rosefeld es un personaje tan opuesto a la apariencia natural de Bale que incluso dejó totalmente atónitos a sus compañeros de elenco. De hecho, se dice que Robert De Niro saludó de mano a todos los miembros de la producción y cuando llegó con Bale, lo desconoció por completo, hasta negó que se trataba de él, pero después de observarlo detenidamente, se convenció de que sí era Bale.
Para el papel de Rosefeld, Bale subió unos 20 kilos y lo logró con una dieta a base de muchas hamburguesas con queso y donas. Además, existe el rumor de que logró herniarse un disco de la espalda por practicar una postura más encorvada que provocó que el actor tuviera una disminución de siete centímetros en su estatura.
3. Psicópata americano (2000)
La rutina de cuidado personal que sigue el personaje de Patrick Bateman va acompañada de un monólogo extenso y bastante espeluznante con frases como: “Por la mañana, si mi cara está un poco hinchada, me pondré una bolsa de hielo mientras hago abdominales. Puedo hacer mil ahora”. Sin embargo, este ritual tan intenso no se compara en nada al trabajo hecho fuera del set de filmación que hizo Bale para personificar al monstruo satírico capitalista.
Antes de este personaje, Bale nunca tuvo la necesidad de tener una forma física perfecta, por eso realizó un riguroso programa de entrenamiento y dieta, además de cambios internos, como hablar con acento estadounidense en su vida cotidiana y negarse a socializar con sus compañeros de actuación.
De hecho, llegó a declarar en más de una ocasión que este papel era demasiado restrictivo, en especial con la dieta, ya que se requería una estructura delgada y a la vez musculosa, por lo que ingirió pura proteína magra, nada de azúcar, grasas buenas y lo mínimo de carbohidratos.
4. Batman Inicia (2005)
Para interpretar este personaje, el actor pasó por un cambio extremo, ya que esta producción fue filmada inmediatamente después de El maquinista. Solamente hubo una diferencia de cinco meses entre una y otra.
Para encarnar a Bruce Wayne, Bale ganó bastante peso ingiriendo una gran cantidad de helado y pizza mientras llevaba a cabo un extenuante régimen de entrenamiento. Además, el actor reveló que tuvo que esforzarse mucho antes de terminar su trabajo en El maquinista, lo que lo llevó a ganar demasiado peso y eso no cumplía con todo lo que Christopher Nolan requería, por lo que tuvo que volver a perder 10 kilos. Esto lo logró con un entrenamiento basado en ejercicio aeróbico y una dieta con déficit calórico.
5. El vicepresidente: más allá del poder (2018)
En esta cinta, Bale interpreta a Dick Cheney, quien es un personaje divisivamente político, que no es muy fácil de personificar, pues el actor no es nada parecido al original. Bale interpretó a Cheney cuando tenía 44 años, mientras el personaje debía estar rondando los 70 o más. Además, el actor tuvo que aumentar 20 kilos.
Para esta interpretación, Bale tardaba hasta ocho horas en el departamento de maquillaje, se afeitó la cabeza y se decoloró las cejas para asegurar que las pelucas pudieran ajustarse bien. A parte, dedicó mucho tiempo a estudiar el carácter del despiadado político viendo numerosos metrajes para capturar su esencia. El actor terminó con tantas fotografías de Cheney en su iPhone que este automáticamente empezó a generar clips de videos nostálgicos con estas.
Christian Bale es todo un camaleón en materia de actuación, pues se sirve de su cuerpo como herramienta para contar la historia que está interpretando, sin importar la cantidad de cambios que debe hacer para llevar a cabo un trabajo exquisito.