Si normalmente tienes problemas para levantarte porque eres más un ave nocturna pero tu trabajo es por las mañanas, hay buenas noticias. Un ritual mañanero te puede ayudar a mejorar y tal vez hasta volverte millonario.
Estos son cuatro consejos para armar tu ritual matutino, que han seguido hombres ordinarios y que se convirtieron en millonarios y multimillonarios, según el coach de negocios y escritor, Kevin J. Donaldson.
1. No seas “todo el mundo”
Todo el mundo se despierta entre 8 y 9 de la mañana, cuando la mayoría de las oficinas abren sus puertas. La clave está en empezar antes de eso. Incluso una sola hora de trabajo sin interrupciones, multiplicado por 5 días a la semana, se convertirá en seis semanas extra de trabajo cada año. Piensa en lo que puedes hacer en seis semanas.
Intenta esto: empieza a levantarte a las 6 de la mañana o más temprano, y trabaja en tu proyecto más importante a las 7 de la mañana. De esa manera, puedes haber cumplido con una buena cantidad de trabajo antes de que recibas tu primer correo o mensaje de texto.
2. Hazte un buen desayuno
Pregúntate ahora mismo: ¿Qué tipo de desayuno te hace saltar de la cama y asaltar la cocina? Para algunos, es el olor del tocino o el café. Para otros un platón de cereal. La idea es que describas tu desayuno ideal, un “desayuno de poder”.
Escríbelo y haz las diligencias necesarias para mañana en la mañana. Un desayuno suficiente te llenará de energía y te pondrá de buen humor. Ambas cosas te ayudarán a lograr una productividad masiva para el resto del día.
3. Apunta tus 2 proyectos más importantes
En la mesa de desayuno toma un pedazo de papel y escribe tus dos proyectos más importantes y/o tareas para el día. Estos deben ser los proyectos o tareas más importantes par TI, no para otros. Estos deben tener líneas que impacten a largo plazo tu éxito, felicidad y crecimiento personal y no algo pasajero.
Apuntarlos te ayudará a enfocarte en la mañana porque es muy fácil hacer cosas sin saber qué estás haciendo. Y finalmente:
4. Trabaja en las emergencias de otros después
E-mails. Mensajes de texto. Faebook. Noticias. Todo tiene algo en común: Llenan tu vida con las emergencias de los demás. Ahora, probablemente no puedes deslindarte de esas emergencias. Está bien, pero la clave es no pasar demasiado tiempo en eso ni prestarles demasiada atención antes de las 9 de la mañana o hasta que hayas terminado con los proyectos más importantes de tu lista.
Si te cuesta trabajo mantenerte fuera de tu horario unas cuantas horas en la mañana, simplemente apaga el Internet un momento. Te sorprenderá lo productivo que te puedes volver. Con uno solo de estos ajustes podrás convertirte en una persona más productiva. Empieza a utilizar tus mañanas y lo verás.