El primer día de clases es muy difícil para todos los niños, pero más para aquellos que tienen algún problema físico, del lenguaje o que padecen una enfermedad.
Connor Crites es un niño que, a pesar de tener autismo, pasó al segundo grado en la primaria Minneha Core Knowledge, en la ciudad de Whicita, Kansas. Era su primer día de clase, y estaba en la entrada de la escuela. Debido al alboroto y exceso de ruido, empezó a sentir ansiedad y se fue a llorar solo a un rincón.
Al verlo llorando, uno de sus compañeros, Christian Moore, se acercó a Connor para tranquilizarlo. Él lo tomó de la mano para consolarlo y juntos entraron a la escuela. Este sencillo pero muy noble gesto fue captado en fotografía por Courtney Coko Moore, la mamá de Christian, y lo publicó en las redes sociales. La descripción decía:
Estoy muy orgullosa de mi hijo, él vio a un niño llorando en un rincón y se acercó a tranquilizarlo, agarró su mano y caminó con él para entrar a la escuela. Es un honor criar a un pequeño tan amoroso y lleno de compasión. Es un niño con un gran corazón.
La conmovedora imagen se volvió viral, y los usuarios de las redes sociales escribieron miles de comentarios de felicitación y respeto para el pequeño Christian.
La publicación llegó hasta a April Crites, la mamá de Connor, y ella también les agradeció a los Moore por haber ayudado a su hijo con autismo:
Me preocupa todos los días que molesten a mi hijo por ser diferente y tu hijo me reconfortó. Si existieran más niños como él no me preocuparía por esas cosas.
Ahora, este par de niños que adoran los bloques de construcción de Lego y el videojuego Minecfrat, se han convertido en compañeros inseparables de juego durante el receso. Así fue el comienzo de una sincera amistad, que esperamos dure muchos años.
Niños como Christian nos devuelven la fe en la humanidad y de paso nos hacen derramar unas cuantas lágrimas de macho. Mucho respeto para este protector varoncito.