Existen personas que son especialistas en antigüedades, pero hay otros que venden cosas que ya no les sirven, que les estorban en la casa o que les regalaron y no les gustan, sin darse cuenta de que se están deshaciendo de verdaderos tesoros que otros se encuentran en las tiendas de segunda mano o en los mercados ambulantes.
Mientras estas 21 personas echaban un vistazo, se encontraron con artículos únicos y por un precio muy bajo, así que salieron ganando y lo compartieron a través de internet, para presumir su hallazgo y hacer que el vendedor se dé topes en la pared por no saber lo que estaba ofreciendo.