Manny Pacquiao es uno de los mejores boxeadores profesionales de la historia, razón suficiente para haberse convertido en uno de los filipinos más ricos de la historia.
Sin embargo, a pesar de las cuantiosas sumas de dinero que ha acumulado y el poder político que poseé, el Campeón del Pueblo, como lo llaman sus fans, sigue siendo una persona realmente sencilla y humilde, y lo demostró con una visita que realizó a una panadería como cualquier cliente común.
Ahora lo que está llamando la atención es un reciente video subido por el canal de Youtube Pinoy Leak, pues se hizo viral, ya que muestra cuando hace unos días el boxeador hizo una parada en una panadería para comprar unos pastelillos para merendar, mira:
https://www.youtube.com/watch?v=xkjXm6-LJlo
“Eto ang binebenta ko dati nung bata ako” (Solía vender pan cuando era joven), dijo mientras sostenía una dona.
Cuando las personas se dieron cuenta que se trataba de Pacquiao inmediatamente comenzaron a pedirle que posara en fotografías junto con ellos, y él amablemente accedió ante las peticiones de sus fans.
Esto demuestra claramente que Manny no se ve a sí mismo mejor que otros. Con toda su riqueza y fama, todavía recuerda sus humildes comienzos y encuentra placer en las comodidades simples de la vida.
Antes de que el filipino se convirtiera en el icono del boxeo que es hoy, solía ser un chico con complicaciones económicas, y desde muy joven tuvo que trabajar para ganarse la vida.
Durante los primeros años de su carrera, el campeón mundial pasó su adolescencia trabajando como panadero y en la construcción.
Pacquiao no solamente es un excelente deportista. Actualmente se desempeña como senador filipino, y anteriormente tuvo un pequeño trabajo en la Asociación Filipina de Basketball (PBA).
Sin duda es un marido dedicado, padre amoroso de cinco hijos y, por supuesto, es uno de los mejores boxeadores profesionales de la historia, ya que tiene el distintivo honor de ser el primer y único campeón mundial de ocho divisiones del boxeo.
Estamos seguros de que los propietarios de la panadería tendrán una buena historia que contar a sus hijos y nietos.