Otro comentario absurdo del presidente de los Estados Unidos en el que dice que evita hacer ejercicio porque cree que eso acaba con los recursos energéticos ‘finitos’ del cuerpo.
Expertos de la salud han afirmado que el argumento de Trump es inválido, pues el cuerpo humano en realidad se fortalece con el ejercicio.
Las opiniones de Trump sobre el ejercicio se mencionaron en la revista New Yorker en el artículo de este mes y en el libro Trump Revealed, la biografía del presidente, donde señaló que abandonó el atletismo después de la universidad porque creía que el cuerpo humano era como una batería, con una cantidad finita de energía que sólo se agota.
Michael Jonesco, especialista en medicina deportiva y ortopedia en el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, dijo firmemente:
“El ejercicio no agota por completo las reservas de glucosa, glucógeno y grasas de los tejidos del cuerpo, además estos combustibles se restauran cuando una persona come.
En lugar de pensar en la energía como una batería, una mejor analogía sería como el fuego que continúa alimentandose con más carbón o madera. Necesitas seguir agregando combustible o tu llama morirá. Esto es cierto hagas o no ejercicio… Simplemente por existir, estamos quemando energía”.
Aunque el ejercicio añade un estrés temporal en el cuerpo, este se adapta para que el corazón y los músculos se vuelvan más fuertes y más eficientes.
“Si pudiéramos crear una batería que cada vez que se utiliza en realidad se volviera más potente y eficiente, entonces seguro nuestro cuerpo sería como la batería”, dijo Jonesco.
Por último señaló que si alguna vez alguien se queda varado en una isla desierta con fuentes limitadas de alimentos, sería una buena idea dejar de moverse puesto que no sería capaz de reponer los combustibles de su cuerpo.
Incluso se ha descubierto que el ejercicio hace que la gente se sienta más energizada.
En un estudio realizado en 2008, los investigadores probaron los efectos del ejercicio en 36 personas que informaron sentirse crónicamente cansadas y no tenían una condición médica (enfermedad) para explicar su fatiga.
En las pruebas a algunos se les pidió que hicieran ejercicio de baja a moderada intensidad durante 20 minutos, tres veces a la semana. Encontraron que en esos participantes existió un aumento del 20 por ciento en sus capacidades de energía en comparación con el resto del grupo de personas con las que el ejercicio no funcionó en lo absoluto.
Según el American Council on Exercise, iniciar un programa de ejercicios puede mejorar la entrega de oxígeno y nutrientes al tejido muscular, permitiendo que los músculos produzcan más energía. En general, el ejercicio mejora la salud muscular y cardíaca, lo que aumenta la resistencia de las personas dándoles más energía.
De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, los adultos deben hacer por lo menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana.
Numerosos estudios han encontrado vínculos entre la actividad física y un mejor estado de ánimo, así como la reducción de los síntomas de la depresión y la ansiedad. Un estudio publicado el año pasado (2016) encontró que las personas que se levantaban de la cama para realizar sus actividades diarias dieron mejores resultados de humor, más energía y menores niveles de fatiga que las que se quedaban sentadas todo el día.
El ejercicio también está vinculado con una serie de beneficios de salud física, incluyendo un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y osteoporosis, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
En un estudio de 2015, los investigadores analizaron a más de 660 mil adultos en los Estados Unidos y Suecia. Encontraron que solamente el 31 por ciento de ellos hacía ejercicio de calidad y que por lo tanto tenían menos probabilidades de morir en comparación con aquellos que no realizan ninguna actividad física.
En conclusión, el ejercicio puede ayudarte a vivir más tiempo y ese es un motivo más por el que debes de saber que Trump nunca tiene la razón.