Los gorditos son muy queridos debido a que normalmente tienden a ser muy buenas personas y excelentes amigos, aunque la ciencia aún no nos pueda explicar el por qué.
Particularmente, este chico se decidió a cambiar su aspecto después de que supuestamente una mujer que le gustaba lo rechazó por su condición de sobrepeso. Ahora ella probablemente se arrepienta de haber bateado a este honorable y tenaz joven.
Mos Sataporn fue rechazado por la mujer que le gusta, y lo que hizo para vengarse se ha convertido en una inspiración para muchos, además que recuperó la confianza en sí mismo y fácilmente algunas chicas van a suspirar por él.
Mos pesaba 155 kilogramos y tenía un sobrepeso extremo. Sus amigos siempre se burlaban de él por su gran corpulencia y sus mejillas infladas.
A pesar de que es bastante alto en comparación con un hombre asiático promedio, él tiene una estatura de de 185 centímetros, pero su IMC (Índice de Masa Corporal) recae en la categoría de obesidad.
Su situación de burlas y rechazos llegó a su límite, así que dejó de lamentarse por su aspecto y decidió hacer algo al respecto.
Aunque al principio fue difícil, Mos comenzó a comer saludablemente, por lo que optó por reducir los alimentos con alto contenido de calorías y los reemplazó con opciones más saludables. Incluso comenzó a ir al gimnasio para tonificar sus músculos.
Su rutina la estableció haciendo ejercicio por la mañana y comiendo alimentos saludables desde el desayuno hasta la cena, asegurándose de obtener los nutrientes necesarios para su cuerpo.
Al inicio perdió 5 kilogramos en solo un mes. Y hoy, después de un año de un estilo de vida saludable, Mos pesa 80 kilogramos, perdiendo un total de 75 kilogramos, casi el peso de una persona promedio.
Con su cuerpo alto y delgado, las mujeres ahora lo buscan y muchos hombres lo admiran.
Mos dijo:
Si quieres hacer dieta, lo primero que tienes que hacer es luchar con tu ser interior. Si otros pueden hacerlo, ¿por qué tú no?
Un claro ejemplo de que lamentarse no sirve de nada, hay que hacer un gran esfuerzo para que las cosas cambien.