¿Qué posibilidades existen de que una familia lleve el nombre de una conocida cadena de comida rápida? No lo sabemos, pero como sean los números, lo que importa es que este tipo de cosas suceden en la realidad, como lo demostró esta pareja de New Berlin, Illinois, en Estados Unidos.
Esta es una historia de amor que nació desde el jardín de niños, que fue donde se conocieron, pero se convirtieron en pareja hasta la universidad, y luego decidieron casarse, por lo que Joel Burger y Ashley King, se convirtieron en el señor y la señora Burger King. No es broma.
Un medio local dio a conocer la noticia, porque les pareció curiosa la combinación de los apellidos, pero lo más sorprendente es que esto llegó a oídos de la empresa, quien vio una buena oportunidad de hacer algo de publicidad y también de acercarse a su público, y es que una situación como esta será muy difícil que se repita.
Burger King (la empresa) organizó una charla por Skype con los Burger King (los novios) para conocerlos y felicitarlos, lo que ya parecía bastante agradable para ellos, pero eso no era todo, sino que les ofrecieron pagarles todos los gastos de su boda. Un vocero de la cadena de hamburguesas comentó:
Cuando Burger King Corporation escuchó acerca de la feliz pareja Burger King, sentimos una emoción urgente de celebrar esta próxima boda. Era el destino: ellos se encontraron el uno al otro y la historia nos encontró a nosotros.
Por supuesto que la empresa cumplió, y antes de eso, les dijo a los novios:
Lo único que le pedimos a cambio es que vivan felices para siempre. Y tal vez nombrar a su primer hijo, Pollo Frito.
Sería un nombre interesante: Fried Chicken Burger King, aunque en lugar de acta de nacimiento parecería el menú de uno de los restaurantes de la franquicia, y no creemos que se atrevan a nombrarlo así, pues con sus apellidos parece que será más que suficiente.
Por cierto, el día de su boda, los restaurantes de la localidad también se unieron al festejo, deseando felicidad a la pareja: