Para todos aquellos que a finales de los 80 y principios de los 90 tenían su consola Nintendo, rápido sabrán de qué estamos hablando.
Cuando un juego no quería funcionar bien; no arrancaba, se trababa se reiniciaba, la “solución” era tomar el cartucho y soplar… sí; se suponía que con este soplido el juego volvería a funcionar correctamente. Seguramente en varias ocasiones, después de soplar, el juego volvió a funcionar, pero ¿se debía a esto? ¿Realmente funcionaba el soplar en el cartucho?
Básicamente, los pequeñas barras de niquel que hacían contacto con el cartucho, al insertarlo, se doblaban ligeramente, y volvían a su posición original cuando se retiraba el juego. Con el tiempo, estas barras no hacían contacto con la misma fuerza, y además los juegos tenían contactos de cobre, que con el tiempo se oxidaban, lo que originaba aún más problemas.
Luego se empezó a generalizar la creencia de que cuando un cartucho no arrancaba, lo tenías que sacar y soplarle, tantas veces como fuera necesario. Tal vez esto era algo natural, pues se pensaba que el polvo en los conectores era la causa de la falla, por lo que con un poco de aire se limpiaban y funcionaban.
Pero la realidad es que soplar el cartucho es una de las peores cosas que se podían hacer, ya que aceleraba la oxidación de los componentes de cobre y contribuía a que dejara de funcionar en menor tiempo… sabemos que muchos estarán decepcionados luego de leer lo anterior. Lo sentimos.
Frank Viturello, responsable de Digital Press Webcast, realizó un experimento para demostrar que soplar a los cartuchos “no solo no funciona, sino que abría la puerta a posibles daños físicos sobre el hardware”.
Tomó dos cartuchos idénticos, y a uno de ellos “le sopló” durante 10 veces al día. Veamos los resultados en imágenes, donde se muestra primero el cartucho al que no se le sopló:
La solución era simplemente sacar el cartucho y volver a meterlo, hasta las que los componentes se acomodaran y pudiera funcionar de nuevo.
No obstante, se hizo ta popular la creencia de soplar, que el propio Nintendo sacó al mercado un kit de limpieza, que no era para los cartuchos, sino para limpiar el interior de la consola, y que funcionaba.
Una de las razones principales por las que la consola de Super Nintendo cambió su diseño, tuvo que ver con esta situación, ya que el conector de los cartuchos de la consola de Nintendo, al estar dentro, acumulaba polvo y era más complicado el limpiar y reparar, por lo que para el Super Nintendo este conector donde se inserta el cartucho quedo por fuera, facilitando la limpieza y evitando muchos problemas y soplidos…
Aunque hay que decir, que aún y cuando ya pasó hace mucho tiempo la era de los cartuchos, por ahí se han detectado a algunas personas, que presas de la nostalgia, todavía soplan los CD’s o las memorias USB antes de insertarlos en algún dispositivo…