Cuando un auto emblemático sale en una película es inevitable pensar cómo te verías mejorándolo. Quién no quisiera darse una vuelta en el Delorean de Volver al futuro o montarse en el coche de Los Cazafantasmas. Un hombre de Carolina del Norte no se quedó con las ganas y decidió hacer su propio coche inspirado en la película dirigida por Ivan Reitman. Tomó un Cadillac Eldorado y comenzó a trabajar.
Barrie J. Clark, de 56 años, tiene un negocio que se especializa en la instalación de teatros en casa. Siempre le encantaron las películas y coleccionar accesorios de estas. Por eso, cuando supo que el amigo de uno de sus camaradas trabajó en la cinta original Los Cazafantasmas y que tenía un caparazón del molde que se usó para el coche, no dudó en pedírselo. Después de prometerle que no lo vendería en eBay, Clark lo tomó y lo llevó a su casa.
En 2016, lo invitaron a una fiesta de disfraces en Halloween. Su cariño a la película lo hizo querer disfrazar a él y a su Toyota Venza de cazafantasmas. Invirtió cien dólares en tubos de PVC, luces parpadeantes y un traje. Su disfraz y su auto, decorado como el Ecto-1, fueron la sensación de la fiesta. Pero Clark quería llevarlo al siguiente nivel y un Cadillac es la procesión lógica.
Cuando compró el auto en 2017, él esperaba que el trabajo fuera duro, pues no solo quería que se viera como el de la película, sino que fuera funcional. A todo hombre le gustaría montarse en el coche en el cual trabajó por tanto tiempo. Lo llevó a su taller donde desembolsó cerca de 20 mil dólares para que lo ayudarán a hacer lo que él no podía: reconstruir el motor, la transmisión, el sistema de enfriamiento, actualizar el carburador y agregar dirección asistida.
Lo demás consistió en actualizar los frenos de disco para que pudiera detener el gran peso del auto que junto con la suspensión neumática debía contener a una bestia de más de 4.6 toneladas. Los exteriores se pintaron con pintura para camión de bomberos y se le agregó iluminación por luces LED. La pintura, textiles y cableado corrió por cuenta de Clark. Ahora tenía un auto restaurado de más de 50 años.
El auto es grande, mide poco más de siete metros y es un poco ruidoso, pero es cómodo para viajar y, claro, para dejar a todos impresionados al ver al auto inspirado en la película. Clark ya no conserva su Venza, pues no necesitaba dos autos, ya que con su icónico coche no creemos que necesite moverse en otro vehículo. Sin duda, Clark supo a quién llamar y la respuesta fue Los Cazafantasmas.
‘Los Cazafantasmas’, para mí, se sienten como el mejor tipo de ecualizador humanizador. Personas de todas las edades, colores y religiones se acercan y dicen cuánto les gusta la película y cuánto les gusta el coche.
—Barrie J. Clark