Mucho y mal se ha hablado de la película The Flash, el más reciente descalabro del agonizante Universo Extendido DC (DCEU, por sus siglas en inglés). A pesar de que desde hace años esperábamos la producción y, de hecho, sí ha mostrado un gran valor y un reparto estelar, ni eso ha sido capaz de salvar a la película del peor archienemigo de las películas: los números rojos en taquilla.
A pesar de que el velocista carmesí ha sido uno de los miembros más importantes de la comunidad heroica DC, su más nueva encarnación ha recibido el feo del público. ¿Qué ha provocado su caída en la ignominia? Las siguientes son las razones más probables.
1. No pudo soportar la inercia de fracasos anteriores
Es un hecho que Warner está realizando una producción fracasada tras otra basadas en exitosas franquicias, que se supone que deberían triunfar en taquilla pero han sido rechazadas por el público en general y los aficionados a los cómics y a las franquicias de DC.
Así, The Flash no solo carga con sus propios esqueletos en el clóset, sino que también fue golpeada por los fracasos de Black Adam y Shazam: La furia de los dioses. The Flash termina pagando por todos los platos rotos hasta ahora.
2. Ezra Miller fue más un lastre que un impulso para la película
Es irónico que el estelar de la película recayera en Ezra Miller, quien se contempló debido a su imagen fresca. Sin embargo, este terminaría convirtiéndose en una de las razones por las que la opinión pública canceló a The Flash.
Como Barry Allen del presente y el pasado, Miller lleva a cuestas el peso del argumento, pero sus tropelías criminales y violentas de los últimos años, así como acusaciones de grooming han hecho que la gente no quiera ni ver su cara; ya no digamos verla por duplicado en sus dos papeles.
3. La publicidad confundió al público y mató sus expectativas
Obviamente, el modo en que se da a conocer la propuesta de un proyecto como The Flash es con el uso de publicidad, ya sea tradicional o en redes sociales, que dé a conocer qué es lo que ofrece. Sin embargo, nada de eso sucedió con Flash y aunque algunos fans de hueso colorado lograron reconocer las referencias evidentes al Flashpoint y otras implicaciones de los cameos y guiños al lore de DC, su escasez y lo crípticas y ambiguas que eran fue suficiente para acabar con el poco entusiasmo que pudieron haber suscitado en un público más amplio.
4. Nadie se la recomienda a sus amigos
Esto es básico, pues cuando vas a ver una película casi siempre te basas en las opiniones de amigos y conocidos o de las redes sociales y la verdad es que lo que se dice sobre la cinta es descorazonador.
El público simplemente no está disfrutando la película, en parte por las bajas expectativas y prejuicios que se tienen de esta, que son transmitas entre amigos, quienes repiten el ciclo al no recomendarla. Así, la palabra en la calle es que The Flash es un fracaso y no vale la pena ir a verla, lo que disuade de verla a su posible público.
5. Le echaron demasiada crema a sus tacos y el público se siente engañado
Otro asunto que tiene que ver con la percepción del público es que Warner trató de venderla como “la más grande película de superhéroes de todos los tiempos”, pero no logró sostener esa declaración ni con argumentos ni en los hechos.
Aunque se presenta una situación épica y se introducen infinitas posibilidades con las paradojas de las distintas realidades de DC, al final, simplemente no se siente que cuaje y el público termina con la sensación de que le dieron gato por liebre.
6. Fans no se sienten atraídos porque James Gunn igual va a darle matarile rile ron a ese universo
Desde que Peter Safran y James Gunn tomaron el mando, literalmente, todas las producciones se devaluaron hasta el suelo. Con la salida de Henry Cavill y Gal Gadot, así como presumiblemente de todos los actores que construyeron el DCEU hace una década con Man of Steel en 2013, la fanaticada está en ascuas, esperando a ver cuándo le apagan el respirador a todo ese universo para ver qué tienen que ofrecer los directores con su borrón y cuenta nueva.