Cuando surgió en los cines “El Proyecto de la Bruja de Blair”, fue un golpe tremendo en las mentes de millones de personas. Muchos seguramente recordamos que la gente hablaba de esta película en voz baja, susurrando: “se trata de una historia real; es real”.
Se rodó con una pequeña cámara casera y logró recaudar 248 millones de dólares, lo que en su momento la convirtió en la quinta película de todos los tiempos con mayores ganancias en la taquilla, con la enorme ventaja de haberse filmado con una mínima inversión. Pero no todo fueron ganancias, o al menos, no para todos.
La clave del éxito de esta película fue el hecho de que las personas estaban convencidos de que era real. Nos hicieron creer que los tres personajes principales habían ido en busca de la Bruja de Blair; que habían desaparecido para siempre; y que la grabación de su viaje había sido recuperada un año después, por algunas personas que paseaban por ese lugar.
Se creó un sitio web, carteles de su “desaparición”; incluso los actores utilizaron sus nombres reales, por lo que se veía completamente real. En ese momento, esto pareció una gran idea. ¿Pero qué sucede cuando todo el mundo piensa que estás muerto? Y lo que es peor, ¿qué sucede cuando se enteran de que no estás muerto?
Así es: el resultado es que seguramente la gente estará furiosa por el engaño… Heather Donahue, famosa por su incesante llanto ante la cámara, y una de las protagonistas de este engaño, habló sobre lo sucedido durante los 15 años que han pasado desde el estreno de la película, y cómo le ha afecatdo el hecho de haber estado “muerta” y de pronto “volver a la vida”.
Los productores de la película hicieron todo lo posible para que los actores pasaran por muertos… Incluso modificaron bases de datos para que en sus archivos dijera: “Fallecido”. La madre de Heather comenzó a recibir tarjetas de condolencias. Parece que las cosas habían ido demasiado lejos.
Además, por supuesto que sus carreras se vieron afectadas. ¿Quién buscaría a un muerto para contratarlo? Heather comenta: “¿Estar muerto? ¿Cómo afectó mi carrera? De manera adversa”.
Y cuando la gente comenzó a darse cuenta de que se trataba de actores, y que además estaban vivos, la cosa se puso peor…
“Es muy difícil para mí hablar de la reacción de la gente, ya que era directamente personal.
“Era mi madre recibiendo tarjetas de condolencias, era gente que encontraba en la calle y me decían que deseaban que estuviera muerta, diciendo que querían que les regresara su dinero.
“Era quedarme en mi Toyota Celica 84, descompuesto en La Ciénega, en Los Ángeles, debajo de un espectacular con cara en él. Fue una experiencia profundamente surrealista”.
15 años más tarde, ella todavía se enfrenta a los cuestionamientos de muchas personas. Debe de ser muy aburrido decirle y explicarle a la gente durante tantos años que solo se trataba de una película…
Tal vez la única opción sea regresar al bosque y quedarse a vivir de forma permanente ahí, o al menos, hasta que la gente se olvide de su rostro…