Guillermo del Toro es el geek exitoso sobre el que están todas las miradas. Es discutible que su enfoque de fan es lo que lo distingue de otros cineastas que en lugar de emprender proyectos de pasión, solo están haciendo su chamba. Por ello cada trabajo del tapatío se siente especial y personal y Pinocho, la flamante cinta animada ganadora a Mejor película animada en la 80° entrega de los Globos de Oro, es una excelente muestra de esto.
Aunque la competencia era fiera, la película del mexicano logró vencer a producciones de Disney y Dreamworks Animation. Conocidos popularmente como “La antesala de los premios Óscar”, los Globos de Oro suelen ser reflejo fiel de lo que ocurrirá durante los premios de la Academia de Hollywood y todos esperan que Pinocho sea un fuerte candidato en su categoría cuando se hagan públicas las producciones nominadas a los Óscar 2023 el 24 de enero de 2023.
Pinocho en los Globos de Oro: Reinvención de un clásico
Aunque desde los años 40, la musicalidad y vitalidad de la historia del niño de madera le aportó premios Óscar a productoras cinematográficas, la versión que del Toro propuso no destaca solamente por las maravillas técnicas de su producción, sino que el punto de vista de la narrativa y la inclusión del marco de la Segunda Guerra Mundial en la historia clásica, con el nacionalismo italiano y la figura de “Il Duce” como anclas a nuestra propia historia universal fueron una apuesta audaz del proyecto. Al recibir el premio, del Toro dijo “Ha sido un gran año para el cine y, por supuesto, la animación es cine”. Además, el director cree que, más que ninguna otra versión de la historia original de Carlo Collodi, su Pinocho es el heredero espiritual del italiano.
Del Toro ya había introducido sus historias en un marco histórico brutal con su cinta El laberinto del fauno (2006), que en esa ocasión emplearía la Guerra Civil Española como trasfondo, pero en esta producción animada logró darle un tono tan sombrío y colorido que pudo capturar la imaginación y atención del público, logrando superar a sus competidores que fueron más infantiles o alegres (Gato con Botas 2 y Red), más técnicas (Inu-Oh) o simplemente más dramáticas y anecdóticas (Marcel the Shell with Shoes On). Pinocho fue lo bastante divertida, sombría, dramática y técnicamente sorprendente como para superar a toda su competencia en algún apartado. Además, según el cineasta, aunque está ubicada en el pasado y en un conflicto bien identificable, la película “también es un reflejo de nuestros tiempos”.
Guillermo del Toro, ‘bailando a su propio son’
El anuncio de Pinocho vino desde el lejano 2008 y, originalmente, sería lanzada allá por 2013 o 2014, pero la producción tuvo unos momentos muy pesados en esa época y permaneció en el limbo por mucho tiempo, retomando impulso en enero de 2017, solo para detenerse de nuevo en noviembre del mismo año. Afortunadamente, la compra del proyecto por parte de Netflix en 2018 lo revivió y el nuevo impulso, acompañado por la testarudez de del Toro, quien se negó a abandonar el proyecto durante casi 15 años, logró completar esta reinvención del personaje de Collodi, una obra maestra de la animación.
A pesar de las dificultades que el director tuvo a finales de 2022, buscando dónde exhibir su producción animada en su patria, del Toro no cejó en su empeño de encontrar un medio para dar a conocer su animación en cines antes de que se estrenara en Netflix, llegando a buscar distribuidores en su cuenta de Twitter. La cinta se estrenó en salas independientes para posteriormente estrenarla en el servicio de streaming de la N roja el 9 de diciembre del año pasado.
Una joya del stop motion
El stop motion, técnica de animación empleada para crear la cinta, es casi tan vieja como el cine y, aun así, logró ganar el premio frente a producciones técnicamente impresionantes como Inu-Oh, que se enfocó en la dinámica entre animación y música o El Gato con Botas: el último deseo y Red, las cuales fueron producciones con gráficos por computadora. Aunque la otra nominada Marcel the Shell with Shoes On también emplea la misma técnica del filme de del Toro, es evidente que como medio de animación la onerosa “manipulación cuadro por cuadro de marionetas” tiene aún mucho que ofrecer.
Con su galardón en los Globos de Oro, del Toro vuelve a poner sobre la mesa el tema de que la animación no es un producto para niños, sino un medio para contar una historia, que es apto para cualquier edad y que trasciende la presentación de la historia. Así, para del Toro, Pinocho no es un mero cuento de hadas, sino una historia de vida en la que el protagonista y el público enfrentan y aprenden a aceptar el valor de la vida, pertenencia y pérdida, más allá de una mera historia para entretener. Solo queda esperar para saber si esta obra maestra de la animación y el cine logra repetir su victoria durante los Premios de la Academia, que se celebrarán el 12 de marzo de 2023.