A veces uno propone, pero Dios dispone. Esto es lo que pasó en una secundaria de Reynosa, Tamaulipas. Para ser precisos ocurrió en la fila de inscripciones para alumnos de nuevo ingreso, donde cientos de padres hacían fila desde temprano para asegurar un lugar a sus hijos.
El caso se dio a conocer a través de una fotografía en Facebook, donde Sebastián Ramírez compartió que su familia se encontraba haciendo fila para inscribir a su hermana. Sin embargo, las temperaturas eran bajas, así que decidieron prender un anafre con carbón para hacer algo de calor.
Como sabemos, el fuego es una de esas memorias atávicas que invitan a la convivencia, que nos recuerdan a cuando nos juntábamos en las cavernas a contar historias, por eso la demás gente no tardó en acercarse a la lumbre para echar el chal o la plática y calentar sus manos, lo que ya era un presagio de lo que ocurriría después.
Resulta que no tardó en armarse la cooperación para hacer una carne asada madrugadora y educativa. Los padres de familia juntaron familias y dinero para comprar todo lo necesario e hicieron un gran festín en vísperas del próximo ciclo escolar en el que esperan que sus chilpayates queden en el plantel deseado.
Ja, ja, ja, mi familia anda haciendo fila para inscribir a mi hermana a la secundaria y como hace frío, mi papá decidió poner carbón para estar más a gusto. Y la gente se le juntó, hicieron cooperacha y andan asando carne.
La fotografía se ha llenado de comentarios y reacciones que la han vuelto viral. En ella se puede observar el pequeño asador al máximo de su capacidad y un rin convertido en fogata con leña de mezquite para que la cuña apriete. No cabe duda de que siempre es buena ocasión para una carnita asada. Todo sea por el futuro de México.