El señor de los anillos es, sin duda, una de las sagas de fantasía más populares de todos los tiempos, pues sus libros, escritos por J. R. R. Tolkien, marcaron un antes y un después en la construcción de universos mágicos y llenos de misterios. Además, su adaptación cinematográfica no se queda nada atrás, ya que la obra de Peter Jackson es considerada una obra maestra del cine y un parteaguas en la realización de películas.
Pero de entre todos los secretos que esta saga tiene, hay uno que llamó más la atención de los fanáticos. Recientemente, Elijah Wood, el actor que dio vida a Frodo Bolsón en la trilogía de Jackson, reveló en el podcast de Dax Shepard que una de las máscaras de los orcos estaba basada en la cara del ex productor de cine Harvey Weinstein.
Weinstein llegó a ser una de las figuras más importantes de la producción en Hollywood, pero tras años de abuso de poder y acoso sexual, las denuncias y señalamientos de varias mujeres lo llevaron a declararse culpable en febrero de 2020. Por lo que pasó de ser un monstruo de la industria a uno que está en la cárcel pagando por sus delitos.
Pero ¿por qué está en El señor de los anillos? Verán, en una entrevista que tuvo Wood en el podcast The Friendship Onion, conducido por Dominic Monaghan y Billy Boyd, actores que interpretaron a “Merry” Brandigamo y “Pippin” Tuk en las cintas de Jackson, el actor confesó:
Había visto esas máscaras de orcos. Y una de ellas –lo recuerdo vívidamente– estaba diseñada para parecerse a Harvey Weinstein como una especie de ‘j**ete’.
Las cosas entre Weinstein y Jackson no iban bien, pues estos tenían diferentes visiones de la saga. Inicialmente, la franquicia de El señor de los anillos estaba bajo la producción ejecutiva de Weinstein y Miramax, quienes querían hacer solo una película con los tres libros, algo a lo que tanto Jackson como su coguionista Fran Walsh se opusieron.
En una entrevista en 2006, Jackson reveló que Weinstein le dijo “ustedes van a tener que apoyarme. Yo los he apoyado. Ahora tienen que hacer lo correcto, reducir el guion a una película que cueste 75 millones”. Y añadió que no escucharía las negociaciones sobre hacer una sola película para La comunidad del anillo.
Solo queríamos irnos a casa, Fran y yo. Estábamos hartos de todo. Hartos de Harvey. Solo le dijimos: ‘Lo pensaremos en el vuelo a casa, Harvey. ¿De acuerdo? Solo danos uno o dos días.
—Peter Jackson
La insistencia de Weinstein se debía a una inversión de 20 millones de dólares para el filme. Incluso el plan inicial era probar con una adaptación de El Hobbit y después intentarlo con El señor de los anillos. Afortunadamente, las negociaciones entre el productor, el director y el guionista llegaron a un acuerdo. Buscaron otros estudios interesados con la condición de que le pagaran a Weinstein el dinero invertido y que este conservaría su título de productor ejecutivo en los créditos.
Al final, lograron que otra productora, New Line Cinema, aprobará su versión de una trilogía para las versiones cinematográficas. La presentación del primer capítulo, La comunidad del anillo, la posicionó como una película querida por el público y la crítica, haciéndose de decenas de premios. Pero la marca de Weinstein y su turbio paso por la producción quedó postergada en aquel orco que tiene su cara.