En algunos países, los contagios de covid-19 han repuntado, por lo que las medidas restrictivas no han terminado o se han reactivado, mientras que en lugares como Nueva Zelanda, prácticamente se ha logrado controlar la pandemia y están regresando a la normalidad, incluso organizaron un concierto al que acudieron 50 mil personas, lo que hace unos meses hubiera sido impensable. Sin embargo, esto nos da esperanza al resto de la humanidad, pues nos demuestra que podremos volver a la vida como antes de lo ocurrido con esta enfermedad.
La noche del sábado 24 de abril, 50 000 personas se dieron cita en el Auckland’s Eden Park, en Nueva Zelanda, el estadio más grande del país, para un concierto de la banda Six60. Este es el primer evento masivo que se ha visto en el mundo desde hace más de un año, lo que sin duda es un evento histórico, ya que los asistentes pudieron hacerlo sin mascarillas o cubrebocas, como si nada hubiera pasado. Increíble.
Sabemos lo que es estar encerrados. Fue una mi**da, y no sabíamos si íbamos a volver a dar conciertos. Pero somos afortunados, por algunas razones, aquí en Nueva Zelanda.
-Matiu Walters, vocalista de Six60
Sin duda, ver un estadio repleto en un concierto es algo que parecía que no volveríamos a vivir jamás y que en muchos lugares ansían todavía, porque se ha registrado una tercera ola de contagios. Sin embargo, de acuerdo al ministro de Salud, en Nueva Zelanda tienen un tiempo sin registrar casos positivos, con excepción de unos cuantos, pero que se han mantenido bajo condiciones controladas.
Es muy importante para nosotros, como seres humanos, poder reunirnos y cantar juntos las mismas canciones. Nos hace sentir que formamos parte de algo.
-Lucy Cumplas, asistente al concierto.
Parece que las medidas tomadas por el gobierno y respetadas por los habitantes fueron las correctas, lo que ahora les permite realizar este tipo de eventos. Aunque en otros lugares hay muchas ganas de hacerlos, habrá que esperar hasta que se tenga mayor control de la pandemia, pues en estos momentos todavía tendrían efectos terribles entre la población. Ojalá pronto el mundo se llene de conciertos y convivencia, mientras tanto, todavía debemos cuidarnos.