Los Teletubbies son una cosa rara: un show para niños con simbología bizarra y que realmente nadie entendió jamás, pero que finalmente se volvió uno de los programas infantiles más populares de su tiempo (1997-2001). Los extraños anfitriones causaban suspicacias entre los críticos y alborozo entre sus jóvenes espectadores… y ahora están de vuelta en Netflix, para volver a ser odiados y amados.
Ahora lo increíble es la razón por la que el público ha decidido odiar el nuevo reboot del show de la BBC. En la versión original, una bebé rubia, que era “el bebé sol” (Jess Smith), daba la bienvenida y despedía a los niños, mientras que en la nueva versión de Netflix, una niña asiática toma el papel en la entrada y un bebé de ascendencia africana despide a los peques. Este pequeño detalle ya inflamó a muchos, quienes, con la convicción de tener pruebas científicas incontrovertibles en la mano, claman que “el sol no puede ser negro”.
El tráiler que causó controversia
Netflix apuesta por la diversidad en su nueva versión del clásico show, que siempre está en la boca de todos, ya sea por cosas buenas o malas (o peores), pero es sorprendente que lo que más llamara la atención negativamente fuera la etnicidad de los soles en el programa, lo que podría ser considerado el aspecto “menos surreal” del programa.
La bienvenida al mundo de los Teletubbies nos la da una niña de ascendencia asiática, que hace de sol al inicio, para dar paso a los titulares “héroes de los niños”, quienes siguen con su mismo espíritu festivo y bizarro que les dio su infamia de psicodélicos en su momento. Ya hacia el final del video, aparece el bebé de ascendencia africana, que dio lugar a tantos disgustos y críticas, cuyo mejor argumento, de tintes fundamentalistas, fue: “es inconcebible que el sol no sea rubio; el sol, simplemente, no puede ser negro”.
Controversiales ayer, controversiales hoy
La controversia no es nada nuevo para el show infantil más querido, “surreal y siniestro” (palabras del periódico Telegraph del Reino Unido, no las nuestras) que la BBC haya producido en su historia. Entre acusaciones de ser una “conspiración gay” para subvertir el orden social, hipnosis infantil, demonismo e incluso que Harry Potter y los Teletubbies estaban conectados, pero lo único que nos consta es que es un programa muy exitoso, por mucho que se empeñen en tirarlo con teorías bizarras.
Según los creadores del show, Anne Wood y Andrew Davenport, todas esas teorías están jaladas de los pelos, ya que lo único que ellos querían era crear un programa para niños en sus etapas más tempranas de desarrollo, comunicándose con ellos a ese nivel. Quizá sea el hecho de que los adultos y sus prejuicios no tienen cabida en el caprichoso mundo Teletubbie o realmente es una conspiración del culto de Kali para destruir el mundo, como se manejó en el ya clásico Young Justice #9.
Nadie entendió el show jamás
A pesar de que hay gente rasgándose la ropa por no respetar al original, la verdad es que el show original no fue entendido por nadie, tanto es así que incluso la identidad de los Teletubbies nunca fue completamente comprendida por el público, que en general creía que eran “aliens bebés” o “monstruos con rasgos infantiles”, mientras que en realidad, la idea original no tenía nada que ver con esa percepción que los adultos se formaban.
Según los creadores del show, el concepto detrás de todo era el viaje de descubrimiento que los niños, de mano de los protagonistas, quienes fueron modelados a la imagen de “astronautas”, llevarían a cabo por medio de bailes, canciones y conversaciones más gesticuladas que habladas, lo que intentaba estar “al nivel” de su público, que se suponía que en su mayoría debían ser niños que aún no sabían hablar.
Siempre han sido inclusivos
Aunque la gente no siempre lo sepa, porque los actores que interpretaban a los Teletubbies no se mostraban abiertamente ni difundían con mucha frecuencia su identidad, el elenco original del programa, en particular los actores que interpretaban a Tinky Winky, Dipsy, Laa-Laa y Po, estaban a cargo de gente con ascendencia europea, asiática y africana. Además, estaban instruidos en las bellas artes, incluidas actuación y danza.
Así, es un poco raro que dada la inclusión detrás de cámaras, la inclusión explícita en el programa, en la forma de los soles asiático y africano, sea vista con malos ojos, pues a final de cuentas, los talentos detrás del show tienen identidades que coinciden con esos trasfondos a la perfección, por lo que parecería natural incluirlos para que los niños en desarrollo tengan más contacto con otras culturas.