La organización británica National Trust, conocida por conservar y revalorizar monumentos y lugares de interés colectivo, emitió un comunicado donde lamenta los daños ocasionados a la estatua de la náyade romana Sabrina, escultura de más de dos siglos de antigüedad que fue rayada con crayón azul marino.
Hace unas semanas se hizo el descubrimiento en los jardines de la mansión Croome Court, ubicada en Worcestershire, Inglaterra, espacio que opera como atracción turística y que dio la bienvenida a menores de edad en el periodo de pascua, por lo que se cree que los infantes fueron los responsables de pintar el rostro, extremidades y torso de la escultura de John Bacon.
Aunado al lamentable hallazgo, también el memorial del arquitecto paisajista Lancelot Brown, diseñador de la mansión del siglo XVIII, fue vandalizado con la misma cera de crayola azul, que corresponde a los insumos que se distribuyeron a padres de familia durante las actividades de la fiesta cristiana.
Cabe mencionar que, durante las actividades, se incita a los visitantes a explorar el hermoso terreno, momento donde los niños quedan bajo el cuidado de sus tutores. Sin embargo, todo apunta a que algún chiquillo travieso decidió ponerle color a la piedra blanca de Coade de la ninfa acuática, que data de mediados de la década de 1780 o de 1802, y del memorial del padre de la jardinería paisajista inglesa.
Afortunadamente, la propiedad logró retirar la cera azul sin necesidad de contratar ayuda externa y, aunque afirmaron estar “consternados” por los acontecimientos, hicieron hincapié en lo inusual que es que los visitantes le falten al respeto a las instalaciones.
Por muy decepcionante que sean, incidentes como este son muy raros, teniendo en cuenta los millones de visitantes que disfrutan y respetan los lugares que están a nuestro cuidado.