Muchas grandes historias de la ficción tienen cierta inspiración en la vida real, o sea, de sucesos que marcan a los creadores de cuentos, libros o películas y ellos las plasman a su manera. Un claro ejemplo de esto es el legendario autor de terror Stephen King, quien muchas veces ha aceptado que gran cantidad de sus historias están basadas en sucesos de la vida real que el ha experimentado.
Un primer y rápido ejemplo de lo anterior es su novela The Body, de 1982, cuya historia se basa levemente en un evento traumático de su niñez, después de que con tan solo cuatro años viera morir a su amigo, el cual fue atropellado por un tren.
Otro ejemplo, y del que hablaremos hoy, es una de sus primeras novelas, Carrie, cuya historia se desarrolla alrededor de Carrie White, una chica introvertida con poderes psicoquinéticos que es abusada por su religiosa madre y compañeros de la escuela hasta que se harta y todo se descontrola.
Aunque hoy en día, tanto el libro como la película son obras de culto, en un principio esta novela no fue tan bien recibida como uno hubiera pensado. Esta es abordada bajo el subgénero gynaehorror, por lo que toca temas como la menstruación, el embarazo prematuro y el sexo. Debido a esto, Carrie fue prohibida en algunas escuelas de Estados Unidos, pues en aquel entonces, estos temas eran un tabú.
King relata en el audiolibro de esta obra que la historia fusiona dos ideas que lo impactaron. La primera fue una noticia que se difundió en 1972 sobre un fenómeno paranormal conocido como poltergeist. Al parecer, una adolescente norteamericana había experimentado sucesos paranormales donde los objetos de su casa se movían de lugar y se creía que ella era la fuente de este extraño fenómeno.
La otra historia es la de sus compañeras de escuela, a quienes se refiere como Tina White y Sandra Irving (no son sus nombres verdaderos). En ellas basó la personalidad de Carrie, así como algunos detalles que presenció y el trato que soportaban diariamente en la escuela.
Tina asistió con él a la primaria. King la describe como una niña callada que se sentaba en la última fila y cuyos compañeros la intimidaban por ser introvertida y por el hecho de que vestía la misma ropa todos los días. Incluso cuando adquirió un nuevo atuendo, el acoso no cesó.
Por otra parte, Sandra vivía al final de la calle en la que creció Stephen King. Fue criada por una madre soltera y sus compañeros la evitaban por que sufría de convulsiones y portaba una extraña vestimenta. King relata que en una ocasión, a los 16 años, ayudó a su madre a mover algunos muebles y le sorprendió ver una enorme cruz que colgaba del sofá, lo cual le hizo sospechar que era muy religiosa.
Estas historias se ven plasmadas en la de Carrie, pues ella también fue criada por una madre estricta y religiosa, vestía la misma ropa todos los días y era un tanto extraña a los ojos de sus compañeros, quienes la molestaban todo el tiempo.
Trágicamente, ninguna de sus dos compañeras llegó a los 30 años. En el audiolibro, King señala que Tina se quitó la vida y Sandra murió de un ataque mientras estaba sola en su apartamento.
Además, el autor cuenta que el recuerdo de estas pobres chicas lo atormentaba, así que tomó sus historias y elaboró una nueva donde imaginaba cómo podrían haber sido su vidas si hubieran tenido el don de la energía psicoquinética. Aunque igual de desgarrador, King quiso crearles un mundo donde tuvieran justicia, en el que hubieran podido defenderse y vengarse de todos aquellos que les hicieron daño.
Tal vez pienses que, por su temática, las historias de King son exclusivamente de terror, pero algunas esconden algo más.