Tina Turner, considerada la “reina del rock ‘n’ roll” y una de las voces femeninas más influyentes en la música de las décadas de 1980 y 1990, murió en su residencia en Küsnacht, cerca de Zúrich, Suiza, a los 83 años, tras pasar por una serie de problemas de salud, incluidos cáncer, un derrame cerebral e insuficiencia renal. La cantante fue un ícono de la música, así como una inspiración para los artistas emergentes a finales del siglo XX.
Nacida como Anna Mae Bullok el 26 noviembre de 1938, creció en la zona rural de Nutbush, Tennessee. Su madre abandonó a la familia cuando ella tenía 11 años, pero años después, cuando era adolescente, pudo reunirse con ella en St. Louis, sitio en el que, a los 17 años, inició su carrera musical cantando en clubes, donde fue descubierta por el guitarrista Ike Turner, quien se convertiría en su esposo.
Su carrera despegó junto con Ike, con quien logró conquistar los escenarios de Estados Unidos. A Fool In Love fue una de las canciones que los llevó al éxito y con la que el mundo la recordaría con el nombre Tina Turner. Los Turner tenían un calendario de giras saturado y saltaban de disquera en disquera sembrando nuevos hits como Proud Mary, cover a Creedence Clearwater Revival.
Tina se separó de su esposo en 1976 después de que Ike la golpeó en un viaje en automóvil durante una gira en Dallas, Texas. Ella le regresó el golpe, pero no fue el único abuso que la cantante recuerda, pues en sus memorias narró cómo el guitarrista usó su nariz como saco de boxeo “tantas veces que podía sentir el sabor de la sangre corriendo por su garganta cuando cantaba”. Finalmente se divorciaron en 1978.
La separación de los Turner impulsó la carrera de Tina, que fue más fructífera que nunca, siendo ella y su voz los protagonistas de los espectáculos. A pesar de que sus primeros álbumes como solista fracasaron, la intérprete volvió a estar en las tendencias después de conocer a Roger Davies, un ejecutivo musical australiano, quien se convirtió en su nuevo representante y quien llevaría su carrera por más de tres décadas.
Con su álbum Private Dancer, de 1984, que vendió más de 200 millones de copias en total, Tina cimbró la piedra angular de su carrera. Además, en 1991, ella e Ike fueron introducidos en el Salón de la Fama del Rock & Roll. Sin embargo, Ike Turner murió en 2007, pero, a pesar de todo, la carrera de Tina nunca estuvo en las sombras de su exmarido.
Continuó lanzando discos, cantó el tema principal para una película de James Bond, tuvo una película autobiográfica, What’s Love Got To Do With It, con la que Angela Bassett obtuvo una nominación al Óscar, y realizó una gira mundial en 2008 y 2009. Además, se produjo un musical con sus éxitos Tina: The Musical y fue centro de un documental de HBO en 2021.
Después de presentarse por el mundo, Tina se alejó del mundo del espectáculo y se casó con el músico alemán Erwin Bach. Además, renunció a su ciudadanía estadounidense y obtuvo la ciudadanía suiza. Desafortunadamente, luchó con graves problemas de salud y enfrentó la tragedia familiar cuando, en 2018, su hijo Craig se quitó la vida a los 59 años y en 2022, su hijo menor, Ronnie, murió a los 62 años de cáncer.
Con 25 nominaciones y ocho Grammys ganados, Tina será recordada como una leyenda de la música, quien, en 2021, también logró inmortalizarse como solista en el Salón de la Fama del Rock ‘n’ Roll. Tina Turner logró cambiar la percepción de toda una generación sobre las posibilidades de las mujeres afroamericanas en la música y fue inspiración para intérpretes como Beyoncé, Janet Jackson, Janelle Monáe y Rihanna.