Por supuesto que todos entendemos la diferencia entre realidad y fantasía; pero no falta tu amigo que se cree Toretto y piensa que puede hacer con su carro lo mismo que hacen en las películas.
El cine nos hace creer que todo es posible: que el bien triunfa sobre el mal, que el amor verdadero existe y que tu coche es asombroso; pero todos estos son puros mitos hollywoodenses. La verdad es que el mal gobierna este mundo, que ella no te ama y que tu carcacha no es capaz de ninguna proeza.
Aunque cualquier hombre disfruta ver las increíbles acrobacias de un auto, todo se trata de una maniobra totalmente arreglada y preparada para una película. Estos son 20 mitos sobre coches que la gente cree que son reales, pero que se trata de pura fantasía de cine. No lo intenten en casa, porque terminarán por arruinar su ya de por sí estropeado automóvil:
1. Un carro abandonado funciona
En varias películas hemos visto que los protagonistas suben a coches que estaban abandonados y logran hacerlos funcionar igual (o hasta mejor) que un coche nuevo. Pura fantasía. Con el tiempo todo se desgasta, el sistema eléctrico se avería, la gasolina se evapora y tardarían meses en repararlo para que vuelva a encender.
2. Aunque lo choquen, sigue funcionando
Muchos autos de películas, epecialmente muscle cars, son fuertemente chocados en muchas ocasiones en todos lados, pero siguen andando. Se cree que los impactos solo causan daño en la carrocería, pero eso no es cierto. En un choque, incluso accidental, se puede arruinar el motor, la suspensión, los neumáticos y otras partes, sin las que el carro no podría andar ni un metro más.
3. Derrapar acelera
Rápidos y Furiosos nos hace creer que al derrapar un auto, este gana velocidad. Pero la realidad es exactamente lo contrario: al derrapar un automóvil, se pierde velocidad. Por eso los pilotos profesionales nunca derrapan sus coches en una carrera.
4. Todos son autos de persecución
Hemos visto persecuciones en toda clase de vehículos: en superdeportivos, muscle cars, camionetas y hasta tráilers que logran alcanzar a coches superveloces. Pareciera que cualquier auto sirve en una persecución; obviamente se trata de efectos especiales, porque no podrías usar cualquier auto para alcanzar a un Lamborghini.
5. Mezclas de combustibles
Las películas muestran que puedes mezclar la gasolina de un auto con otras sustancias como nitro o gasolina para cohetes, y así el carro será más rápido. Lo que sucede en un coche de verdad es que tú puedes echar al tanque de gasolina la mezcla que quieras, pero si no tienes un motor adecuado no te servirá de nada.
6. Son indestructibles
Adoramos las escenas donde hay una gran explosión y de entre las llamas surge el auto conducido por el rudo protagonista, o cuando reciben las balas de toda clase de armas. Pero los autos de verdad, y sobre todo los modernos, parecen hechos de plástico y no resisten ni una patada sin abollarse.
7. Son todoterreno
Vin Diesel y compañía manejan coches sobre cualquier superficie natural y urbana: sobre rocas, charcos, lodo, plazas comerciales y escaleras. Por supuesto que el chasis de tu auto sabe que todo eso es pura fantasía.
8. Cambios drásticos de velocidad
De estar estacionados pasan a la quinta velocidad como si nada o cuando están en una persecución la reducen en un instante. Un auto normal no puede hacer esos cambios drásticos y cualquier mecánico te dirá que no es seguro, que arruina el rendimiento y que podría destrozar la caja de velocidades.
9. Las reparaciones son rápidas
Algunos autos de películas son reparados, modificados y mejorados tan solo en una noche gracias a un equipo de mecánicos expertos en un impresionante taller. Quisiéramos saber en dónde está ese maravilloso lugar, porque en la realidad a veces hasta un cambio de llantas puede tomar mucho tiempo.
10. Con suficiente velocidad, cualquiera hace giros
Hemos visto a incontables carros que despegan de una plataforma, se lanzan en el aire, giran sobre su eje y aterrizan sin ningún problema. Ojalá no existieran las leyes físicas para que todos pudiéramos hacer esa increíble maniobra, que solamente es posible gracias a los efectos especiales del cine.
11. Caballitos quemando llanta
En la vida real no puedes hacer estas dos maniobras al mismo tiempo, aunque en las películas se ven impresionantes juntas. Para hacer un caballito se necesita mucho poder de tracción y para quemar llanta se debe perder la tracción. Así que es uno u otra, nunca las dos.
12. Es fácil puentear y robar un auto
Cuando están en apuros, los protagonistas escogen cualquier auto (que casualmente suele ser el mejor que hay) que tengan a la mano, conectan unos cuantos cables para encenderlo y se lo llevan. Los vehículos modernos requieren mucho más que solo juntar cables para lograr llevárselos sin usar las llaves.
13. Más rápido cada vez
No importa lo rápido que sea un auto en las películas, siempre hay un momento en el que supera su propio límite de velocidad. Por supuesto que en el mundo real, los motores tienen un límite de potencia que no pueden superar ni con ayuda del nitro.
14. Surfear en el coche
Una de las acrobacias más frecuentes en las películas es ver a alguien sobre el cofre de un auto en movimiento. Pero a menos que tengas manos magnéticas, esa proeza no es para nada fácil; cualquier curva o tope en el camino te mandaría a volar por los aires.
15. Carros blindados
Cuando se trata de cubrirse de las balas, vemos que muchos personajes se cubren detrás de los autos. Pero la realidad es que los autos no pueden soportar el impacto de las municiones como nos han hecho creer. Una bala bien puede atravesar un coche sin problemas.
16. Frenos de furia
La escena es clásica: dos personas van discutiendo y el conductor se molesta tanto que frena al coche de golpe y, luego de bajar al copiloto, sigue su camino. Pero así como acelerar o reducir la velocidad drásticamente afecta mucho a los autos, también frenar de golpe es perjudicial para las máquinas.
17. Explosiones en acantilados
Siempre que un coche cae por una pendiente, risco o acantilado, explota al estrellarse en el suelo. Pero las posibilidades de que eso ocurra son de uno por cada cincuenta coches. La mayoría solo quedan totalmente retorcidos, pero sin prenderse en llamas.
18. Son el mejor ariete
Otra escena clásica es ver a los coches traspasando rejas, puertas de aluminio y hasta paredes. La realidad es muy distinta y la mayoría de los coches no pueden abrirse paso tan fácilmente.
19. Explosiones por gasolina
Si quieren deshacerse de cualquier auto que los persiga, los personajes de películas solo tienen que hacer una cosa: dispararle al tanque de gasolina para causar una explosión dramática. La verdad es que los tanques no son tan inflamables como se cree; si lo fueran, sería muy peligroso para cualquiera conducir.
20. La gasolina se conserva por mucho tiempo
Películas como Mad Max nos hacen creer que podrías sacarle la gasolina vieja a cualquier auto para usarla en el tuyo y que esa sustancia se conserva por muchos años. Pero se trata de un producto de refinería que se echa a perder fácilmente si no se conserva bien.
Así que por mucho que quieran sentir la acción de las películas al volante, no sean fantoches porque podrían terminar arruinando sus autos, caro y baratos por igual.