Un joven millonario que se retiró a los 27 años de edad se encontró demasiado vacío en la vida de ocio. Así que no aguanto tener tanto tiempo libre y nada que hacer y a las 3 semanas volvió a trabajar. Se llama Jon Carder, y ganó 10 millones en 2006, cuando vendió el sitio web de búsqueda para préstamos hipotecarios: ClientShop.
El nativo de California comenzó su primera empresa BabysHeaven cuando era estudiante de segundo año en la Universidad Point Loma Nazarene en San Diego, donde estudió filosofía y arte. BabysHeaven vendió productos en línea para bebés, y pocos meses después de su lanzamiento decidió abandonar la universidad para concentrarse en su negocio, que finalmente vendió por unos cuantos miles de dólares a los 22 años para crear una nueva empresa: Client Shop, una herramienta en línea para ayudar a la gente a encontrar una tasa baja para un préstamo hipotecario.
“Pude usar todo el conocimiento que había adquirido de la comercialización de productos para bebés para escalar rápidamente a millones de dólares dentro del primer año junto con mis dos socios. Cuando compré un lujoso vehículo y lo llevé a casa para ver a mis padres, mi mamá se asustó y pensó que había comenzado a vender drogas”.
No fue hasta cuatro años más tarde cuando la madre de Carder lo vio en la portada de la revista Fortune Small Business, con el subtítulo “Jon Carder vendió su negocio, Client Shop, por más de 10 millones”, que se dio cuenta de que estaba dirigiendo un negocio real. Desde entonces ha sido una madre orgullosa.
Client Shop creció rápidamente en su corta vida de cuatro años. Tenía más de 100 empleados y ganó el título de la compañía de más rápido crecimiento de San Diego en 2005.
En marzo de 2006 la compañía alcanzó 8.4 millones de dólares en ingresos y Carder decidió vender.
“Apenas unos meses más tarde, la burbuja de refinanciación estalló y el valor de la empresa cayó como una roca. No puedo decir exactamente cuánto vendimos, pero era lo suficientemente grande como para poder viajar por el mundo, navegar y nunca tener que trabajar de nuevo, así que eso es exactamente lo que decidí hacer”.
Se convirtió en un empresario para un propósito fijo, y eso era: ganar dinero. Una vez que había logrado esa meta, se sentía satisfecho.
“Mis padres batallaron con el dinero y nunca tuvimos mucho. De hecho, cuando empecé mi primer negocio en Internet tuve que usar la computadora de mi amigo porque aún no tenía una, así que una vez que hice tanto dinero pensé: ‘es hora de retirarse y vivir la buena vida’.
Así, en 2006 invitó a 10 de sus amigos a unirse a él en un viaje de surf por Indonesia para iniciar su retiro.
“Tuvimos un momento épico y no podría haber sido más feliz. Aprendí que el dinero puede comprar la felicidad, pero es una felicidad de tiempo limitado.”
Después de que el viaje de dos semanas terminó, los amigos de Carder tuvieron que volver a trabajar. Pocos días después de que sus amigos se fueran, Carder se encontró en una remota isla en Timor, Indonesia, sintiéndose aburrido.
“Me di cuenta de que ser un empresario era estresante y atroz a veces, pero era mucho más satisfactorio construir algo que hiciera un impacto positivo en la vida de las personas, en lugar de lo que era no hacer nada”.
Así, en la tercera semana de su retiro, corrió a una pequeña cabaña con acceso a Internet en Indonesia y compró el nombre de dominio de la empresa número 3: MojoPages.com, que era un lugar para que la gente encontrara los mejores negocios locales como plomeros, médicos y restaurantes.
“Yo no tenía ni idea de que Yelp ya había comenzado dos años antes y estaba bien posicionado en el mercado”.
El día que MojoPages.com se lanzó, Yelp anunció que había recaudado $10 millones. “Nunca los alcanzaríamos. Yelp sería el que causaría un impacto, no nosotros, así que seguí adelante”.
Carder comenzó a estudiar mecánica de juegos y decidió que quería jugar con el mercado de restaurantes con un valor de 700.000 millones de dólares.
“Esa industria no había cambiado durante décadas y las tarjetas de recompensas eran la forma más popular dentro de un programa de lealtad. Tuvimos la oportunidad de hacer un gran impacto una vez más”.
Así, en 2010 se asoció con Jarrod Cuzens y Jeff Federman para lanzar Mogl, una aplicación que permite ganar recompensas a clientes de los negocios, incluyendo puntos para líneas aéreas, que se pueden mantener o intercambiar en miles de restaurantes, sin tener que utilizar molestos cupones.
“Puedo finalmente, después de 16 años de lucha, poder realmente crear un impacto masivo. Yo podría haber perdido la oportunidad si no me hubiera retirado y darme cuenta de lo que realmente importaba más para mí en la vida”.
Sin duda, la hazaña de Carter es una lección para todos nosotros.