Un error de la Matrix volvió a suceder. Un hombre con el mismo nombre que el protagonista de Trainspotting, en la misma ciudad en que vivía el personaje ficticio y con la misma adicción, fue arrestado por vender heroína.
El sujeto de 37 años, Mark Renton, fue sentenciado a seis años de prisión por vender heroína en las calles de Edimburgo.
No se trata de la tercera parte de las películas de Trainspotting, donde Ewan McGregor interpretó a un adicto a la heroína llamado Mark Renton y que también trató de venderla. Es el verdadero Mark Renton.
El traficante que comparte nombre con el personaje de la película fue sentenciado a prisión por la Corte Alta de Edimburgo, la misma ciudad donde la película se desarrolla.
Incluso el escritor, Irvine Welsh, publicó un tuit reaccionando a la noticia con copia para los miembros del reparto en la película.
Es la cuarta ocasión que Renton es encontrado culpable por vender diamorfina, luego de ser atrapado con heroína que valía 620 libras, un fajo de billetes y un teléfono en el área de Pilton en la capital de Escocia en abril.
El juicio fue presidido por Lord Pentland, quien le dijo a Renton que había tenido demasiadas oportunidades para vencer su adicción.
En vista de la naturaleza del delito y a causa del registro que tiene, me es imposible aceptar que intenta con seriedad enfrentar sus problemas. En mi opinión, es un riesgo para la seguridad pública. El tráfico de drogas tipo A, del cual ha sido parte activa por años, es una de las situaciones que traen mucha miseria y desesperación a las comunidades.
Trainspotting está basada en la novela de Irvine Welsh. Narra la historia de un grupo de adictos a la heroína de los suburbios de clase baja de Edimburgo. El único que aparenta poder escapar de este destino autodestructivo es, Mark Renton Rent Boy, pero lo hace traicionando a sus amigos.
Trainspotting tiene varios significados: en el argot escocés significa ‘buscar una vena para inyectarse droga’ pero la referencia inicial es la afición relativamente popular en el Reino Unido de observar trenes. También se refiere a un chiste que hace un indigente en un capítulo del libro, cuando dos de los protagonistas orinan en una vía del tren, les pregunta si están haciendo trainspotting.