¿Ya están listos para ver de nuevo esta genial comedia navideña? Nosotros ya perdimos la cuenta de las veces que la hemos visto, pero siempre nos entretiene y además vamos descubriendo detalles curiosos que antes no habíamos notado.
Todos nos enfocamos en el personaje principal de Mi Pobre Angelito (1990) y en las trampas que hizo para detener a los Bandidos Mojados, Harry y Marv. Pero hubo quien se puso a analizar otro aspecto de esta película y consideró los daños a la casa de la familia McCallister.
Las trampas que preparó Kevin no solamente dañaron a los delincuentes, sino que también causaron algunos estragos en la casa que debieron ser reparados y eso fue algo en lo que nadie había pensado. Fue Carl Goulding, un experto que trabaja para la empresa de construcción My Builder, quien se puso a hacer cálculos sobre ese costo de reparación.
Carl hizo estos dibujos en los que muestra el primer y el segundo piso de la casa McCallister, anotó los daños que ocurrieron en las habitaciones y el precio de lo que costaría repararlos.
Según Goulding los daños y precios de su reparación serían: perilla calentada: 111 dólares; una escalera cubierta de alquitrán: 778 dólares; latas de pintura voladoras que se combinaban con pegamento y plumas, y dañaron la pintura y barniz en las tablas y paredes del piso: 3,336 dólares; el estante roto del cuarto de Buzz: 556 dólares; las decoraciones de Navidad que se rompieron: 667 dólares; una plancha arrojada desde el segundo piso: 2,002 dólares; quemaduras en pared con el soplete: 2,002 dólares; y una limpieza profunda de toda la casa: 667 dólares.
Así que dejar la casa de los McCallister como nueva costaría en total ¡10,119 dólares! Tal vez Kevin salvó su hogar, pero ¿quién salvó a su padre de este enorme gasto?
El director de la compañía Swift Direct Blinds, David Roebuck, cree que la película nos hizo reír a todos con sus trampas, pero saber lo que costarían las reparaciones si algo así llega a pasar le quita la sonrisa a cualquiera.
Si bien puede que no sea la vida real, los daños acumulados por Kevin y los Bandidos Mojados a lo largo de la película Mi Pobre Angelito son asombrosos, y no es algo con lo que los propietarios desearían enfrentarse.
Estos cálculos fueron hechos para recordar a las personas que se deben tomar muchas precauciones en la seguridad de sus casas, y más en las fechas de vacaciones. Es mejor pagar por un viaje para volver por un niño olvidado en Navidad, que tener que gastar miles de dólares en daños.