Aunque no fue tan popular como Los Caballeros del Zodíaco o Dragon Ball, Las Aventuras de Fly (Dragon Quest) fue muy seguida en los años 80 y 90. Y a pesar de que tuvo muchos fans, el anime no concluyó. Fueron pocos quienes conocieron el final, a través del manga.
La causa de que no se concluyera la serie animada fue la falta de presupuesto. Pero los pocos que realmente se interesaron en la serie recorrieron el manga para enterarse del desenlace de la aventura llena de magia, dragones, espadas y mucha acción.
Como sabemos, en ese tiempo era más difícil enterarse del final porque no existía Internet, y era prácticamente imposible encontrar el manga completo para saber qué le había sucedido Fly.
Con la ayuda de Pop, Gome y Leona, Fly derrota a la segunda transformación de Burn, quien saca una tercera faceta (una especie de monstruo con tenazas). Luego Killburn reaparece y revela que el títere es en realidad una bomba que exterminará la vida en el mundo.
Fly y Pop buscan llevarlo a lo más alto posible para evitar la destrucción, pero Fly quita a Pop de enmedio y se sacrifica para salvar a todos sus amigos. No obstante, previo al final, la historia se desarrolla aún más, pues aunque mantiene a Fly, Pop, Maam, la Princesa Leona y Hyunkel; los villanos son quienes evolucionan para atrapar al lector.
Por ejemplo, Kilburn empieza a darse a conocer y se sabe que sus verdaderas intenciones son las de eliminar a Burn, el Gran Rey del Mal. Además, resulta que el arlequín con la guadaña es un mero títere del verdadero Kilburn, quien resulta ser el irritante cíclope que está junto a él en toda la historia. Piroro es el titiritero, y al final, es el personaje más complicado de eliminar.
En resumidas cuentas, Fly salva a la humanidad y termina sacrificándose luego de convertirse en un auténtico caballero dragón.