La pizza es uno de los mayores placeres de esta vida, en cuanto a comida nos referimos. Ha sido nuestra amiga y compañera por muchísimo tiempo. Es su sabor, su textura, ¡su todo! Además que es un alimento fácil y rápido de conseguir, es por ello que nos facilita la vida, claro, nada es bueno con excesos.
¿Pero qué pasa cuando las rebanadas ya se enfriaron o las guardas en el refrigerador para comerlas después? Ya no saben igual ¿verdad? Bueno, en este post encontrarás cuatro formas de recalentar esos triángulos de exquisito sabor.
La pizza ha existido desde hace mucho tiempo. Se considera que fue en el siglo XVII cuando emergió este delicioso regalo de los italianos. Su origen se da específicamente en Nápoles, y fue hasta 1889 cuando se agrego el ingrediente que la hace tan especial: el queso.
Ahora, el problema es el recalentado de las rebanadas que sobran. Esas que guardas para comer al día siguiente y que pierden su deliciosa consistencia y textura. Suele pasar, de hecho casi siempre, que, al recalentar las rebanadas de pizza, se endurecen o no quedan como uno desea y eso nos entristece.
Pero eso ya se acabó, aquí te decimos 4 técnicas infalibles para que tu pizza quede casi como recién hecha:
Primeramente hay que conocer la mejor forma de almacenar tu pizza:
El método de recalentamiento no es el único factor en juego, en cuanto a cómo va a saber al día siguiente. La forma en que guardas tu pizza en la nevera también importa. La mayoría de la gente mete la caja completa al refrigerador.
Lo mejor que se puede hacer es lo siguiente: Pon una servilleta entre cada rebanada de pizza y posteriormente colócalas en un recipiente con tapa. En caso de no contar con uno de ellos, puedes utilizar un bolsa plástica como recipiente, esto la hará mantenerse lo más fresca posible.
Método #1 – Microondas
El horno de microondas es lo que más se emplea para calentar la comida, pero éste hace que nuestra pizza salga dura, además de que se enfría rápidamente.
Esto pasa cuando la potencia está al máximo e intentamos calentar las rebanadas en algunos 30 segundos. A decir verdad el sabor puede sera un poco bueno pero la textura ya no.
Lo que tienes que hacer es bajar la potencia del horno al 50% y darle un tiempo de 1 minuto para que tenga un calentamiento lento y conciso. además es bueno si metes un vaso con un poco de agua para que la pizza no pierda humedad y se tenga la sensación de una rebanada recientemente horneada.
Método # 2 – Horno
Se precalienta el horno a 180 grados celsius y posteriormente de algunos minutos, se introducen las rebanadas, dejándolas 5 minutos en el horno.
Puede parecer mas fastidioso hacer esto pero el resultado serán unas rebanadas crujientes que te dejarán la sensación de probar una pizza recién hecha. Eso sí, trata de no equivocarte por que si se te pasa de tiempo puedes echar todo a perder.
Método # 3 – Parrilla
La verdad no siempre se tiene a la disposición una parrilla, y cuando se tiene, es un poco latoso tener que encender el carbón y todo ese asunto que te dejará oliendo a humo.
Sin embargo este método es uno de los mas recomendados, ya que los resultados son deliciosos.
El objetivo es poner las rebanadas en la parrilla hasta que el queso burbujee. ¡Retírala y disfruta!
Método # 4 – Sartén
Sinceramente esta forma de recalentar tu pizza será muy rápida, tal vez no tan cómoda como en el caso del microondas, pero con un resultado muy satisfactorio.
Primeramente hay que poner el sartén en la estufa para que se caliente un poco, algún minuto bastará. Posterior a esto, coloca la rebanada dentro y coloca una tapa, esto es muy importante ya que el calor se mantendrá dentro, y calentará la superficie de la pizza. Solo cocinar de 6 a 8 minutos, de manera que el queso esté burbujeante. En caso de no contar con una tapa, se puede emplear papel aluminio para hacer la cubierta.
Este método incluso podría dejar tu pizza mejor que recién hecha.
Así que de ahora en adelante no tendrás más problemas para comer esas rebanadas que sobraron. Tendrás un Deja Vu de sabor.