La nueva película de Chip y Dale: Al rescate está en boca de todos, pues cuando anunciaron una nueva entrega de Los Rescatadores, muchos creyeron que se trataba de una nueva temporada de la serie original o un capítulo largo. Pero Disney sorprendió a todos con una cinta de detectives al mero estilo de ¿Quién mató a Roger Rabbit?, con una combinación de animación 2D, 3D y live action.
Los cameos de personajes propios de Disney con otros de franquicias externas rompió internet. Cada cuadro de la película está plagado de referencias, incluyendo al diseño de Sonic que Paramount desechó para Sonic: the Hedgehog. Pero, sin duda, el que más causó polémica fue el propio villano de la historia, Sweet Pete, una versión adulta de Peter Pan.
Después de ser la estrella de una de las películas más importantes en la industria de la animación, Pete cayó de la gracia de los estudios, por simplemente crecer, cambiar su aspecto físico con la pubertad y ya no ser el niño adorable que necesitaban. Pero más allá de ser el desarrollo del personaje, la historia se siente demasiado íntima, muy parecida a lo que le pasó a Bobby Driscoll, actor que dio voz y movimiento a Peter Pan de la cinta de 1953.
La fuerte similitud y paralelismo entre un Peter Pan ahora dedicado al negocio sucio de la piratería con Driscoll abrumó a más de uno, que la consideró una broma de mal gusto por parte de Disney. Si bien el filme creó un crítica hacia el actual estado creativo de Hollywood, algunos señalan que está criticando aspectos de los que la propia empresa ha sido causante, Driscoll incluido.
¿Quién fue Bobby Driscoll?
Robert Cletus Driscoll, o Bobby, era el hijo único de un vendedor de aislamiento y exmaestro de escuela. Cuando solo tenía cinco años, explicó el propio Bobby en una entrevista de radio en 1946, un barbero le dijo que debería estar en el cine. Resulta que el hijo del barbero era un joven actor y este le consiguió una cita con su agente, quien le dio un papel.
Driscoll había impactado con su pequeño personaje en Lost Angel de 1943. Él era el niño pecoso con la nariz respingada que la pantalla grande abrazó en otras producciones. En tan solo tres años, ya había grabado nueve películas, pero su más grande trampolín llegaría con Canción del sur, donde interpretaba a un niño de siete años que visitaba la plantación de su abuelo. Esta producción abrió una nueva puerta para él, aunque con el tiempo, la cinta se vería envuelta en una serie de polémicas por su contenido racista.
La fama estaba sobre Driscoll, quien se convirtió en el primer actor masculino en ser contratado por Disney. Era exactamente lo que la industria buscaba, “el niño perfecto, saludable y completamente estadounidense”, un chico Disney, como sería llamado en la actualidad. Según el biógrafo de Hollywood, Marc Eliot, “Bobby era el Mickey Mouse de acción real de Disney”.
Driscoll había alcanzado una gran fama para su corta edad. Además, su relación estrecha con Disney lo llevó a múltiples papeles. Dio voz a varios personajes animados como Goofy Jr., aparecía junto a Walt Disney en varios videos promocionales y hasta le otorgaron un Óscar juvenil por su trabajo en So Dear To My Heart, considerado por muchos su mejor trabajo. Por si fuera poco, también participó en La isla del tesoro de Bryson Haskin en 1950.
Peter Pan, el niño que no quería crecer
Pero, sin duda, el personaje que lo marcaría en la historia sería Peter Pan, a quien no solo prestó su voz, sino que sus movimientos fueron la inspiración para animar al chico del País de Nunca Jamás. Sin embargo, la cara traviesa del niño ya había desaparecido y a sus 16 años, Driscoll comenzó a sobrellevar el paso de la pubertad, pues su cara ahora llevaba un grave brote de acné. Sin bien la película fue un éxito, la imagen de Driscoll ya no lo era.
RKO Pictures, responsable de la producción de varios de las animaciones de Disney, entró a jugar un papel importante en la carrera de Driscoll. Cuando el productor Howard Hughes compró RKO, las cosas cambiaron, pues, según recuerda el actor Billy Gray para Entertainment Weekly, “él controlaba el dinero y odiaba a Bobby Driscoll. Odiaba a los niños de Hollywood”.
Según tengo entendido, fue un despido bastante grosero. Escuché que se le informó que ya no estaba bajo contrato a través de ellos conduciendo hasta la entrada y se le negó la entrada al estudio. Esa fue su notificación de que ya no lo necesitaban allí.
—Billy Gray
Con una abrupta salida del negocio del entretenimiento, la estrella juvenil no la pasó nada bien. Consiguió algunos papeles en la radio, así como en programas de televisión, pero el brillo de la celebridad infantil ahora ya no existía. Luego de todo esto, Driscoll se fue a la ciudad de Nueva York a estudiar actuación.
De acuerdo a algunos informes, se inscribió en la Universidad de California en Los Ángeles y en Stanford, pero terminó abandonando porque “no pudo encontrar su camino”. Había sido desechado de la manera más cruel de la empresa que le dio tanto. Irónicamente, interpretando a un niño que no quería crecer, la pubertad jugó en su contra.
Ojalá pudiera decir que mi infancia fue feliz, pero no sería honesto. Estuve solo la mayor parte del tiempo. La infancia de un niño actor no es normal.
—Bobby Driscoll, en el artículo ‘La vida de pesadilla de una ex estrella infantil’ (1961).
Adicciones y crimen
Una vida llena de altibajos lo llevó a comprometerse y establecer una vida doméstica con Merilyn Jean Rush, una joven de 19 años que conoció en Manhattan, con quien después tuvo un hijo y dos hijas. Después de estar juntos tres años y separarse, Driscoll estaba en la ruina, se había convertido en un vagabundo sin hogar y paulatinamente se volvió un adicto a la heroína, droga que todos conocían que era de su interés.
El paso errante de Driscoll lo llevó a lugares esperados. Algunos reportes de la época por The New York Times dicen que fue arrestado varias veces por posesión de drogas, asalto y fraude, obligándolo a ingresar a un centro de rehabilitación en 1961. Entrar en este tipo de centro era la muerte para los actores de esos días, pero Driscoll ya no tenía mucho que perder.
Estaba ganando 50 000 al año (…) Luego comencé a poner todo mi tiempo libre en mi brazo. No estoy muy seguro de por qué comencé a usar narcóticos. Tenía 17 años cuando experimenté por primera vez con estas cosas. No todo el tiempo, estaba usando todo lo que estaba disponible… principalmente heroína, porque tenía el dinero para pagarla.
—Bobby Driscoll, en el artículo ‘La vida de pesadilla de una ex estrella infantil’ (1961)
Las peripecias de su vida lo llevaron más tarde a encontrarse con personalidades como el escritor Wallace Berman, así como con Andy Warhol, con quien participó en varios de sus performances. Pero ni eso lo pudo sacar de una vida que iba cayendo en una espiral, con un fin fatídico a sus 31 años, cuando fue encontrado sin vida.
Muerto por sobredosis
En marzo de 1968, un par de niños estaban jugando en una vivienda abandonada en Nueva York cuando se encontraron con un joven muerto en un catre. Estaba rodeado de botellas de cerveza y folletos religiosos. No había muestras de que alguien lo hubiera violentado, tampoco tenía identificación, por lo que su cuerpo se consideró como desaparecido y no fue reclamado.
De acuerdo a las autoridades, el hombre murió por el endurecimiento de las arterias, un efecto conocido por el uso prolongado de heroína. Al no ser reclamado, el cuerpo fue destinado a una fosa común en Hart Island, en el Bronx, junto con otros cuerpos en la misma situación. Un lugar donde alguna vez fueron tratados pacientes psiquiátricos, prisioneros y pacientes en cuarentena fue la última morada del cuerpo mortal del actor que dio vida a Peter Pan.
La muerte de Driscoll fue desconocida para su madre, Isabell, quien solo se dio cuenta del estado de su hijo casi un año y medio después de colocar anuncios sobre su desaparición. El público en general tardó más en enterarse. Solo cuando se llevó a cabo el relanzamiento de Canción del sur, en 1972, cuatro años después de su muerte, el resto del mundo se enteró de su triste historia.
Bienvenido al País de Nunca Jamás
En 2011, el Proyecto Hart Island se creó para facilitar a las personas a identificar el resto de sus familiares en el lugar, ya que los registros se destruyeron en un incendio. La directora del proyecto, Melinda Hunt, ha expresado que varios personajes interesantes de la ciudad de Nueva York yacen en el lugar, entre ellos Driscoll.
Es un lugar realmente hermoso. Hay manadas de ciervos, estos mapaches rojos y todo un santuario de aves. Entonces, para Bobby Driscoll, es el lugar perfecto para ser enterrado. Es como el País de Nunca Jamás.
—Melinda Hunt
La historia de Driscoll es una muestra del poder de la industria sobre los niños y jóvenes actores, que dejan su infancia por vivir de la cámara y el espectáculo. Pero en cuanto no representan una fuente de ingresos para la empresa, son simplemente desechados. No es el caso de otros chicos Disney como Miley Cyrus o Selena Gomez, pues ellas abandonaron la casa voluntariamente. A Bobby Driscoll, “el hijo dorado”, lo lanzaron a la calle de una forma inesperada.
Obviamente estaba enfermo, era adicto y estaba arruinado. Nadie vino a rescatarlo. Esa es la verdadera historia de Hollywood. Es una historia muy triste, pero, ya sabes, échale un vistazo a ‘Ha nacido una estrella’. Es exactamente la misma historia.
—Marc Eliot