Cuando hablamos de películas de terror, El Conjuro no puede faltar en la lista, pues se ha convertido en uno de los filmes más queridos por los amantes del espanto. Las historias de Ed y Lorraine Warren han puesto al filo del asiento a miles de espectadores. Sin embargo, detrás de los relatos de la pantalla grande se encuentra uno escalofriante inspirado en hechos reales.
En Rhode Island está una de las casas más temidas del país, pues no solo fue el hogar en donde vivió la familia Perron, sino que a pesar del paso del tiempo, conserva esa esencia tétrica que ha ido acumulando después de décadas de ser el escenario de asesinatos, suicidios, violaciones, apariciones fantasmales y posesiones demoníacas que ni los Warren pudieron detener.
Esta casa parecía no tener más remedio que el olvido, hasta que sus propietarios encontraron un nuevo comprador. La construcción se vendió por más de 1.52 millones de dólares. De acuerdo con Forbes, el nuevo dueño adquirió la propiedad que data de alrededor de 1736, con una única condición: no vivir ahí. Al parecer, no será un impedimento, pues se tienen nuevos planes para el recinto embrujado.
Según Deadline, la casa cuenta con 3109 pies cuadrados (947.62 metros cuadrados) de extensión y se encuentra ubicada en el 1677 Round Top Road, en Burrillville, Rhode Island. Esta fue adquirida en 2019 por los investigadores paranormales Jenn y Cory Heinzen, por 439 mil dólares, así que le sacaron provecho cuando la vendieron por más del valor estimando.
La actual compradora es Jacqueline Núñez, de 58 años, una de las más de diez ofertantes por la propiedad. Los Heinzen estuvieron representados por la compañía de bienes raíces The Blackstone Team de Mott & Chace Sotheby’s International Realty, mientras que los tratos de Núñez estuvieron a cargo del equipo RR&A de Coldwell Banker. Ambos equipos se consideraron “privilegiados” de llevar los tratos de venta de la icónica casa.
Esta es una compra muy personal para mí. Cuando salió al mercado, pensé: ‘Esta es una propiedad que permite a las personas hablar con los muertos’. No le tengo miedo a la casa. Pregúntame de nuevo en un año.
– Jacquelin Nuñez para ‘The Wall Street Journal’.
Hechos de la casa
Los Perron llegaron a la residencia de campo con 14 habitaciones en enero de 1971. Sin embargo, no tardaron en notar que cosas extrañas ocurrían en el lugar. Las cosas se movían por sí solas y escuchaban que algo raspaba a la tetera en la cocina, pero no había nadie. De la misma manera, cuando Carolyn, la madre, hacía el aseo, la escoba se perdía y aparecían montones de tierra en el piso de la cocina cuando recién se había limpiado.
Carolyn investigó y descubrió que la casa había pertenecido a la misma familia durante ocho generaciones. Pero no solo eso, el lugar había sido el escenario de misteriosas y terribles muertes. Algunos niños de la familia se habían ahogado en un arroyo cercano, uno fue asesinado y otros de ellos se ahorcaron en el ático, aunque el peor de todos era el espíritu de Bathsheba Sherman.
Bathsheba había vivido en esa casa a mediados del siglo XIX, se decía que era satanista y que estaba involucrada en la muerte del hijo de un vecino, pero nunca se le llevó a juicio. Ella fue enterrada en un cementerio bautista cerca de Harrisville, Rhode Island, pero los Perron estaban convencidos de que ella los atormentaba, en especial a Carolyn, a quien veía como una gran competencia al ser la jefa de la casa.
Durante 10 años, los Perron vivieron sucesos paranormales en su hogar. Al enterarse de esto, los Warren llegaron a hacer varios viajes para investigar. Lorraine logró hacer contacto con algunos espíritus a través de un sesión psíquica. Durante el proceso, se dice que Carolyn fue poseída, habló en lenguas y levantó su silla del suelo.
Venta de los Perron
Tras una década de ser víctimas de estas fuerzas inexplicables en su hogar, posesiones demoníacas, levitaciones y extraordinarias apariciones, en 1980, la familia decidió venderle la casa a Corey and Jennifer Heinzen y se mudaron a Georgia. Pero el cariño por el hogar no se detuvo, pues cerca del Halloween del 2021, según informa The Providence Journal, los Perron visitaron su antiguo hogar y recordaron sus encuentros paranormales.
Cuando Jenn y Cory llegaron a ocupar el lugar, tuvieron que hacer una “entrada suave”. Durante los primeros cuatro meses que estuvieron en la casa, solo vivieron en una habitación de la planta como “una señal de respeto por los espíritus”, según Jenn, para dejar que se acostumbraron a ellos en lugar de irrumpir.
La primera vez que vieron algo extraordinario fue cuando alcanzaron a observar en la puerta a un figura negra de cuerpo completo, pero no les daba “una vibra malévola”, sino más bien “curiosa”. Según Cory Heinzen para The Wall Street Journal, cuando los dos se dieron cuenta de que ambos estaban despiertos y viendo lo mismo, la sombra desapareció.
Jenn y Cory mantuvieron por algunos años un negocio que les permitía obtener ganancias de la residencia. Permitían a los investigadores paranormales pasar la noche en la casa para hacer documentaciones. Actualmente, la casa se vendió con todo y fantasmas, en espera de sus próximos encuentros.