Ferrari es de esas marcas que tienen todo un culto a su alrededor. No solo se trata de vehículos con grandes prestaciones, sino que la compañía procura mantener una apariencia mística alrededor de sus vehículos, con políticas de exclusión de clientes y exclusividad nada transparente. “Solo los elegidos pueden tener un Ferrari” es prácticamente el lema de la compañía italiana, pero ello no asegura que quienes “no hayan sido elegidos” se queden con las ganas.
Aquellos que no tienen los recursos suficientes para permitirse un Ferrari pueden conseguir un look similar al de los modelos de la marca modificando sus vehículos para emular las líneas de los Ferrari. Sin embargo, el pequeño problema es que eso infringe las leyes de propiedad intelectual en Italia, como lo ha descubierto un joven de 26 años que fue arrestado por transformar en un Ferrari F430 su Toyota MR 2 Coupé.
No se quedó con las ganas
El poder de la tuneada hizo de su Toyota, todo un Ferrari. pic.twitter.com/E3Y3WR2SlI
— tacodealacran (@tacodealacran) November 26, 2022
El joven de tan solo 26 años arrestado por falsificación de un Ferrari modificó la apariencia externa de su vehículo para que emulara la del codiciado Cavallino Rampante hasta en los más mínimos detalles. Tanto los emblemas de Ferrari como los rines, las llantas, las pinzas de freno, el capó delantero y el capó trasero, los pasos de rueda e incluso el volante fueron adquiridos presumiblemente de un concesionario inglés que suple refacciones para los superdeportivos italianos.
Se dice que el Toyota MR Coupé es un vehículo ideal o al menos el más usado para conseguir una falsificación de un Ferrari debido a su estructura. Muchas veces quienes desean tener un Ferrari de a mentiritas adquieren los llamados “kits de conversión” en línea, que incluyen todas las monerías necesarias para sustituir partes clave del vehículo que se convertirá en Ferrari. Dichos paquetes de piezas mecánicas y logotipos llegan a costar alrededor de 21 mil dólares y requieren ensamblaje por parte del comprador, pero la apariencia del vehículo puede resultar una copia convincente de los vehículos italianos cuyo valor ronda los 200 mil dólares.
La justicia siempre vigilante
A pesar de que el vehículo falso podría pasar desapercibido bajo una inspección somera, el carro detenido fue sujeto a una inspección bastante exhaustiva luego de que una patrulla de la Guardia di Finanza le pidiera sus papeles al dueño, como parte de un operativo de control en los territorios al noroeste de Italia, en la ciudad de Asti, perteneciente a la región de Piamonte.
Tras revisar la documentación del automóvil, que evidentemente no concordaba con la apariencia similar a la de un F430, se sometió al vehículo a un peritaje experto que confirmó la condición de falso del carro y puso en serios aprietos a su dueño, el más reciente afectado por “el compromiso permanente de luchar contra las cadenas de suministros ilegales de falsos made in Italy por parte de la Guardia de Finanzas”, pues aseguran que los vehículos italianos (en particular Ferrari) son “uno de los símbolos más representativos y dignos de orgullo de Italia en el mundo”.
Ferrari: cada vez más imitado
La implementación de los operativos que buscan acabar con las copias ilegales de los Ferrari no es mera casualidad, sino que responde a una creciente presencia de este tipo de falsificaciones en los caminos italianos. Se estima que el delito que infringe los derechos de propiedad de compañías que producen autos superdeportivos aumentó en un 190 por ciento entre 2020 y 2021 y, aparentemente, en 2022 podría agravarse el problema si no se toman cartas en el asunto.
Aunque a veces no podemos evitar emular aquello que admiramos, lo más común es que a las grandes corporaciones no les importen un bledo nuestras circunstancias, como lo ha demostrado Ferrari. Aunque la imitación sea la forma más sincera de adulación, el Cavallino Rampante ha dejado claro que está más interesado en los dólares que en los cumplidos.