Las Vegas es un lugar donde el curso de la realidad se distorsiona. Quizá es la cantidad de jubilados gringos que viajan a ella, las luces estrambóticas, los shows de mal gusto y la comida de Elvis lo que ofuscaron la mente de este joven varón, quien había ganado poco más de 200 mil dólares en las máquinas tragamonedas, pero que olvidó su premio.
Robert Taylor fue el incauto que, como Kyle MacLachlan en Twin Peaks, no se cansó de ganar simplemente por la gracia de Dios, es decir, sin esfuerzo y sin batallar. Solo que, efectivamente, andaba todo destanteado, como el mismísimo Coop, gritándole “Hello” a las máquinas y ganando como siempre, al igual que Belinda.
El joven estadounidense se fue sin darse cuenta de que había conseguido el jackpot, así que el mismo Casino Island’s Hotel tuvo que hacerse cargo de encontrarlo para darle su gran cheque en el que aparecía la cantidad exacta de sus ganancias, eso es: 229, 368.52 dólares.
Lo más increíble es que el pibe se retiró del lugar con apenas 40 dólares en sus bolsillos, una pelusa y una polilla. Lo que pasó es que la máquina de The Mask en la que estaba jugando tuvo un desperfecto que hizo que no lanzara el aviso de su triunfo, por lo que se fue tablas a su hogar en Arizona. Maldito seas, Stanley Ipkiss.
Sin embargo, los del casino se vieron muy buena onda y reconocieron el error de su máquina, por lo que empezaron las pesquisas correspondientes para dar con el legítimo ganador del premio, lo que les llevó más de 20 días de revisar videocámaras y todo contenido visual que hubiera para dar con el rostro de Robert entre la multitud de Las Vegas.
Todo lo que teníamos para seguir era la ropa que llevaba, la gente con la que estaba y la parte de su cara que no estaba cubierta con una máscara. Ese fue nuestro momento eureka. Nos dimos cuenta de que habían cogido un Uber y pudimos poner nombre a este grupo de personas que habíamos estado observando en video.
James Taylor, jefe investigador de la Comisión de Control de Juego de Nevada, localizó y le entregó de sus manos el gran cheque a Robert, quien viajó con todo y su familia para el evento. En fin, lo que pasa en Las Vegas… nos vale v*rgas.