El fotógrafo Max Siedentopf se dedica a recorrer las calles de Amsterdam y para tunear los coches ajenos con cartón y cinta adhesiva… ¿para qué?
“La individualidad, autoexpresión y el estatus son más importantes que nada en estos días, pero por alguna razón ves que cosas tan ordinarias como los coches cada vez se personalizan menos y menos, aunque sería una forma extraña pero genial de autoexpresión. Pensé que le haría un favor a la gente dándoles un supercoche personalizado”.
– Max Siedentopf
Armado con unos trozos de cartón y cinta adhesiva, Max recorre las calles de Amsterdam en busca de los coches más “normales” que pueda encontrar. A menudo tiene que trabajar rápido para pegar defensas y alas antes de que alguien le detecte y pregunte qué está haciendo con su auto.
Después de personalizar Peugots, Lancias y Volkswagens, toma una foto y se va, dejando los autos tuneados para que los afortunados propietarios los admiren por la mañana.
¿Estaremos ante el nacimiento de un nuevo arte urbano o simplemente ante un buen número de quejas de los vecinos? Eso solo el tiempo lo dirá…