Aunque muchas celebridades se esfuerzan para llegar a la cúspide de la fortuna, muy pocas recuerdan que lo importante es no marearse por la altura y tener en cuenta que ni siquiera las más grandes estrellas son inmunes a las desgracias personales y económicas.
Mantener un estilo de vida costoso o de superestrella musical no es para cualquiera, y como ejemplo tenemos los casos de estos 10 actores, músicos y grandes personalidades del espectáculo. Un día tuvieron millones de dólares a su disposición y después tuvieron que aceptar pública — y legalmente — que no podían pagar sus deudas ni seguir disfrutando de una vida de lujos y excesos.
1. Johnny Depp
Por supuesto que este listado tenía que comenzar con una de las estrellas más polémicas del cine. Debido a sus numerosas participaciones en películas de Tim Burton y dar vida al capitán Jack Sparrow de la taquillera franquicia Piratas del Caribe, su fortuna llegó a ser de más de 650 millones de dólares. Pero sus caprichos, adicciones y problemas legales fueron adelgazando su billetera.
Depp se consintió comprando cuatro islas desiertas, un castillo, yates, aviones privados y 15 casas de lujo. Además, en todas siempre contaba con dotaciones exuberantes de bebidas alcohólicas. También gastó cinco millones en pagar el funeral de uno de sus mejores amigos, el escritor Hunter S. Thompson, cuyas cenizas envió al espacio con un cañón especial que mandó construir.
Los gastos de mantenimiento de sus propiedades fueron menoscabando su fortuna. Además, comenzó a tener problemas fiscales por evadir impuestos. Por si no fuera poco, divorciarse de la actriz Amber Heard le costó millones y su salud mental cayó en una grave depresión. Depp tuvo que declararse en quiebra y con eso espera que el juicio en su contra no sea tan duro con él.
2. Lindsay Lohan
A finales de los años noventa y durante la primera década del 2000, esta actriz era la nueva diva juvenil en Hollywood. Estaba ganando millones por sus películas de comedia ligera y humor familiar. Pero detrás de su inocente sonrisa había una mujer indomable que quería devorar al mundo.
El dinero que le llegaba se le iba en costear un estilo de vida lleno de excesos, principalmente de alcohol, drogas y relaciones sentimentales totalmente conflictivas y pasajeras con los mayores galanes del entretenimiento. A todo esto súmenle que el contador de Lindsay no estaba haciendo muy bien su trabajo y las deudas fueron creciendo.
En el 2007, la protagonista de películas como Juego de Gemelas y Herbie a toda marcha se tuvo que declarar en bancarrota para evitar que sus acreedores la demandaran. Sin embargo, muchos consideran que estos escándalos de adicciones, amoríos sin freno y derroches monetarios acabaron con su carrera.
3. Lena Headey
Aunque el personaje Tyrion de Game Of Thrones dijera que un Lannister siempre paga sus deudas, parece que esto no aplicó en el caso de Cersei Lannister o al menos a la actriz que la interpretó. A pesar de contar con una numerosa lista de películas en su carrera, Lena se quedó en la quiebra total y hasta solía decir que en su cuenta bancaria solo tenía cinco dólares (qué presumida, eh).
La actriz, quien también dio vida a la reina espartana Gorgo en la película 300, se declaró en bancarrota durante un juicio y esto ayudó a que la corte fallara a su favor. Sí logró que el departamento de Hacienda de Estados Unidos la ayudara económicamente, pero después tuvo que hacer grandes gastos debido a su divorcio.
Afortunadamente, la tormenta ya pasó para esta Lannister que tenía una deuda considerable. Además de volver a los sets de filmación para la película Gunpowder Milshake, está haciendo la voz de Evil-Lyn en la serie animada Masters of the Universe: Revelation.
4. Kim Basinger
A todos nos encanta salir de viaje a los llamados pueblos mágicos para relajarnos. Sin embargo, la actriz que protagonizó la película Nueve semanas y media se dio el lujo de comprarse su propio pueblo en su natal estado de Georgia, Estados Unidos. La localidad llamada Braselton le pertenecía a esta ganadora del Óscar, pero al final terminó arrepintiéndose de esta idea.
Su fortuna crecía por sus películas, pero todo su dinero desaparecía debido a las multas que tenía que pagar por incumplimiento de contratos y malas inversiones relacionadas con Braselton. Nadie le dijo que ser la dueña de un pueblo podría ser tan caro. Actualmente, su situación económica es nada en comparación a la riqueza que tuvo alguna vez.
5. Chris O’Donnell
Uno pensaría que al ser el protegido del millonario Bruce Wayne, la cuestión del dinero sería lo último que debería preocuparle a Dick Grayson, pero lo malo fue que el actor que le dio vida a Robin en la tan criticada película Batman y Robin de 1997 sí afectó terriblemente su bolsillo y su carrera.
Después de actuar en Scent of a Woman junto a Al Pacino, Chris aceptó el papel de Robin junto a George Clooney y esa película destruyó su imagen. La recepción de la cinta fue muy mala, pero lo peor fue que él rechazó la oferta de ser el protagonista de Titanic con tal de ser Robin.
Con el resto del dinero que logró rescatar de sus años como actor, este Dick Grayson caído en desgracia logró emprender un negocio de comida. Actualmente tiene una pizzería exitosa, pero esto fue solo una rebanada de pepperoni en la enorme pizza familiar del éxito que pudo haber tenido en Hollywood.
6. Nicolas Cage
Este famoso tan excéntrico no solo actúa en la gran mayoría de las películas que le ofrecen por su amor a la actuación, sino que realmente necesita el dinero para salir de la bancarrota. Su fortuna de más de 150 millones se quedó corta frente a sus caprichos tan extraños y gusto por coleccionar objetos únicos.
Entre sus pertenencias más caras están la mansión LaLaurie, la isla privada Laf Cay en Bahamas, su tumba con forma de pirámide, el cráneo de un tiranosaurio y una colección de cómics ultra raros. Todo esto acabó con su dinero, pero además tuvo que lidiar con los impuestos por todas sus propiedades.
El tío Cage sigue actuando en toda clase de producciones cinematográficas con tal de seguir cubriendo sus deudas, pero para pagar todos sus impuestos tendría que actuar todos los papeles de todas las películas del Universo Cinematográfico de Marvel. Ojalá algún día encuentre el tesoro perdido que lo ayude a salir de estos apuros económicos.
7. MC Hammer
También en el negocio de la música, la fortuna puede irse tan pronto como llega, y uno de los casos más ejemplares fue el de este rapero cuyo nombre real es Stanley Kirk Burrell. MC Hammer fue un dios del éxito musical en la década de los noventa y debido a las ventas de sus discos, tuvo el billete suficiente para comprar una “humilde morada” de 30 millones de dólares.
En su mansión trabajaban 200 empleados, tenía 20 caballos de carreras, una colección de autos de lujo, un jet privado y dos helicópteros (¿uno para ida y otro de regreso?).
Pero el éxito de su canción U Can’t Touch This no resistió la llegada del género grunge en la escena musical y sus millones fueron disminuyendo en el mantenimiento de su casa. Tan solo en impuestos tenía una deuda de 15 millones de dólares y en 1996 se tuvo que declarar en bancarrota para ser considerado insolvente por las cortes. Al final, su mansión terminó siendo embargada y vendida a un precio muy bajo.
8. Billy Preston
Él fue otro músico que no hizo ningún plan de retiro o ahorro para su vejez, y de ser considerado el quinto Beatle, acabó sus días en un hospital común y corriente. Billy Preston tuvo créditos en la canción Get Back del Cuarteto de Liverpool, pero también colaboró con toda clase de artistas de renombre, tales como The Rolling Stones, Eric Clapton, Little Richard y Red Hot Chili Peppers, entre muchos otros.
El problema fue que nunca tuvo la previsión de hacer buenas inversiones o un ahorro para emergencias. Billy padecía de una fuerte enfermedad renal y a pesar de que recibió un trasplante de riñón en el 2006, tuvo complicaciones de hipertensión que acabaron en un fallo renal. Murió en un hospital de Arizona, sin dejar nada de dinero pero sí un gran legado musical.
9. Leonard Cohen
El caso de este músico legendario es bastante deprimente, pues la causa de su pobreza no fueron los excesos, sino la maldad de su representante que también era su pareja, Kelley Lynch. Cohen estuvo ahorrando parte de las ganancias que obtenía con sus discos, justamente para no dar lástima cuando se retirara.
En total, Cohen llegó a tener una fortuna de cinco millones de dólares ahorrados, pero un día que viajó a un monasterio budista, Kelley aprovechó su ausencia para robarle todo ese dinero, como venganza porque él la había despedido en el 2004.
Con más de setenta años de edad, Cohen tuvo que volver a las giras musicales para recuperar algo de dinero y, al mismo tiempo, presentó una demanda contra su exrepresentante. Kelley lo acosaba y amenazaba a través de llamadas telefónicas y mensajes, pero desgraciadamente solo hasta después que Cohen murió se pudo hacer un juicio contra ella.
10. Dennis Rodman
Este deportista tan famoso por sus hazañas en la cancha, pero más por sus exóticos tintes en el cabello, también sufrió la desgracia de que le robaran su fortuna. Dennis era uno de los hombres cuya riqueza iba creciendo cada día, pero en la primera década de los 2000 conoció a Peggy Fulford.
Dennis no lo sabía, pero el apodo de Peggy era la “viuda negra”, una estafadora de millonarios que se hacía pasar como una exitosa asesora financiera. Ella y su esposo Elkin King se hacían cargo de todas las finanzas de la estrella de la NBA, aunque en realidad lo estaban robando.
El basquetbolista fue demandado por no pagar la manutención de sus hijos durante cuatro meses, su seguro de vida por cinco millones de dólares tampoco estaba al corriente. Incluso un día le cortaron la luz de su departamento por falta de pago. Todo esto era manejado por Peggy y su marido, y fue hasta que las deudas lo ahogaban que Dennis se dio cuenta que lo habían estafado.
Aunque el deportista demandó a Peggy, y la “viuda negra” en efecto fue a prisión por estafa y creación de empresas fantasmas a nombre de Dennis Rodman, él no ha recibido el dinero de la indemnización que le corresponde.