Pareciera una historia de la familia Dolittle, a diferencia que ésta es real y más conmovedora: el Dr. Prakash Amte y su esposa, la Dra. Mandakini Amte, tienen un modo de vida inusual: han establecido un asilo de animales salvajes en su propia casa. Esta pareja ha pasado décadas cambiando la vida de la comunidad local en Hemalkhasa, Maharashtra, protegiendo a tribus y la fauna local por igual.
A principios de los años 70’s, el Dr. Prakash Amte y su esposa paseaban por los bosques de Dandarayana de Gadchiroli, Maharashtra, cuando se encontraron con un grupo de tribus que regresaba de una cacería con un mono muerto. Al mirar más de cerca, la pareja notó que un mono bebé, todavía vivo, se aferraba a su madre muerta, tratando aún de amamantarse de su pecho. La vista simplemente era desgarradora.
El Dr. Prakash estaba profundamente conmocionado y le cuestionó a la tribu qué iba a hacer con el mono muerto; la respuesta fue aparentemente obvia: el propósito de la caza era darle de comer a la comunidad, no lo hacían por deporte.
“¿Y el bebé mono?”, preguntó; “lo comeremos también, respondieron. El incidente cambió por completo el curso de la vida de la familia Amte.
Para la comunidad tribal Madia-Gond, la caza no era recreativa, sino que sobrevivían de ella. En el momento del encuentro, el Dr. Prakash pidió a los tribales que le dieran el mono bebé a cambio de arroz y ropa. A regañadientes, estuvieron de acuerdo.
El mono de cara roja llegó a la casa de la pareja y pronto se convirtió en miembro de la familia. El Dr. Prakash lo llamó Babli, el dios tribal adorado por los Madias. Babli pronto encontró un amigo, se trataba del perro de la casa, a quien se aferraba a su espalda sin tener miedo. Esta escena transformó muchos corazones.
Nadie supo que Babli sería el primero de los residentes de “El Arca de los Animales”, un refugio que el Dr. Prakash y su familia instalaron en su propio patio, y que eventualmente se convirtió en el hogar de cientos de animales salvajes, huérfanos y heridos.
El doctor tenía una inconformidad a cerca de la caza de animales, pero él sabía que era un tema que podía cuestionar, ya que la práctica era necesaria para obtener comida. Así que decidió hacer un trato con la tribu: Pakash convenció a los Madias para que no mataran a las crías jóvenes, y que en cambio se las llevaran a él a cambio de comida y ropa. Y así fue.
Uno por uno, chacales, leopardos, gatos salvajes, civetas de palma, macacos, osos perezosos, ardillas gigantes, antílopes de cuatro cuernos, antílopes negros, serpientes de rata, cocodrilos, pavos reales, un venado manchado y puercoespines encontraron su hogar en El Arca de los animales.
Llegó un momento en el que había hasta 300 animales en el refugio, viviendo entre los miembros de la familia Amte y aldeanos de Hemalkhasa.
Sin embargo, nunca antes los animales salvajes habían vivido en tan estrecho contacto con los humanos; así que la cuestión se convirtió en motivo de preocupación para el gobierno, quien se planteó objeciones en contra de la cría de animales silvestres en entornos rurales. Las regulaciones exigieron que los animales salvajes fueran enjaulados.
Aniket Amte, el hijo de la pareja de médicos, y quien tuvo una infancia al estilo “Libro de la selva”, describe cómo él prefería la vida salvaje sin esas ridículas jaulas:
“Recuerdo cómo nosotros, los niños de la aldea y los animales, caminábamos juntos al río para tomar un baño. Crecimos sin miedo a los animales “.
Incluso con las jaulas, El Arca animal es un asilo de animales más que un zoológico. Hoy en día hay más de 90 animales. El número de animales regularmente traídos a la casa Amte ha sido reducido drásticamente porque los Madias redujeron su nivel de caza.
¿La razón? Sus vidas han cambiado durante las últimas cuatro décadas, en las cuales el Dr. Prakash y la Dra. Mandakini hicieron esfuerzos con dedicación para el mejoramiento del pueblo tribal de la región de Gadchiroli.
El Dr. Prakash es hijo de Baba Amte, uno de los mayores reformadores sociales que ese país ha visto. Mientras que su padre ayudó en las vidas de muchos pacientes de la lepra en Anandwan, el doctor y su esposa decidieron trasladarse a Hemalkhasa para continuar la tradición de trabajar en favor de la reforma social.
Hemalkhasa, aislada del resto del mundo sin carreteras ni electricidad, ha sido durante mucho tiempo el hogar de la comunidad tribal de Madia-Gond, que vivía en una pobreza extrema. Las tribus de esta zona no conocían técnicas de agricultura y dependían totalmente del bosque para su alimentación. No llevaban ropa, sufrían de desnutrición y no tenían acceso a atención médica.
El Dr. Prakash y la Dra. Mandakini establecieron un hospital en el que trataban gratuitamente a las personas de la tribu. Además comenzaron a dar clases bajo un árbol a los niños de la comunidad y trabajaron para resolver los problemas cotidianos de los aldeanos. Los beneficios de su trabajo fueron cosechados a largo plazo.
Hoy en día los mismos niños que estudiaron bajo los árboles se han convertido en médicos, maestros e ingenieros. El hospital está ahora equipado con instalaciones modernas. La escuela local tiene un edificio apropiado y enseña a más de 400 niños tribales. El pueblo tribal ha aprendido la agricultura y por lo tanto cazan menos.
Los doctores no son veterinarios; ambos fueron a la escuela de medicina. El Arca de los Animales no era algo que tenían planeado para sus vidas, sino que fueron más allá de lo convencional hasta crear un refugio de animales dentro de su propio patio.
Sus tres hijos, Digant, Aniket y Arti, y sus cónyuges, la tercera generación de Baba Amte, también han dedicado sus vidas al trabajo social.
El Dr. Prakash y el Dr. Mandakini recibieron el Premio Ramon Magsasay en 2008 por su trabajo en Gadchiroli, este galardón es el honor más alto del continente asiático, considerado el Premio Nobel de Asia. Con gran sencillez y devoción, continúan su trabajo en esta aldea remota.
Una gran historia de grandes corazones.