La serie animada Dragon Ball fue una de las mejores caricaturas de nuestra infancia, porque gracias a ellas aprendimos grandes lecciones sobre la valentía, la amistad y que cada victoria nos hace mas fuertes.
Aunque Gokú tuvo muchos mentores a lo largo de la serie, sin duda el mejor de todos es el maestro Roshi, el máximo guerrero de la escuela tortuga. Gracias a él, sus estudiantes aprendieron las técnicas de combate más increíbles y poderosas; pero también desarrollaron su corazón y su mente.
A pesar de ser un hombre mayor, bastante libidinoso además, el maestro Roshi era capaz de grandes proezas físicas, y entrenó a Gokú y Krilin con ejercicios bastante fuera de lo común.
El primer entrenamiento de sus pequeños pupilos consistía en entregar frascos con leche. Krilin pensaba que era un ejercicio tonto, pero muy pronto descubrió que no era nada fácil. Debían hacer las entregas a lugares muy peligrosos como altas montañas y con temperaturas extremas como desiertos. Esta “tarea” sencilla requería mucha fortaleza.
Después, el maestro Roshi amarró a Gokú y Krilin con cuerdas a un árbol. ¿Cómo iban a desarrollar sus reflejos con este entrenamiento? Muy fácil: corriendo en círculos para evitar que les picaran las abejas que el mentor molestó. Aunque al final acabaron todos picados, incluso Roshi.
Los ejercicios del maestro fueron haciéndose más complicados y, haciendo honor al nombre de su escuela, sus alumnos tenían que hacer todo cargando un enorme y pesado caparazón a sus espaldas. Así empezaron a empujar piedras y a correr grandes distancias; fue un entrenamiento muy duro.
Pero Roshi también se preocupó por el crecimiento de sus pupilos en todos los sentidos. Les enseñó matemáticas, lectura e historia. No solo tenían que desarrollar sus músculos, sino también su mente.
También él fue el primero en enseñarnos que las artes marciales no sirven para ganar peleas o para atraer a las mujeres, sino para tener una vida tranquila y equilibrada, manteniendo un cuerpo y espíritu sanos.
Trabajar, aprender, comer, descansar y jugar; esas fueron las mejores enseñanzas del gran maestro de la escuela tortuga,el mejor de todos fue el maestro Roshi, el máximo guerrero de la escuela tortuga.
Como todo gran maestro, Roshi también aprendió de sus alumnos, y en el torneo de la fuerza de Dragon Ball Super les agradeció a Gokú y Krilin haberle enseñado que no importaba que fuera un anciano, todavía podía seguir luchando y venciendo sus límites.
¿Por qué nos gusta tanto Dragon Ball y sus personajes? Porque además de entretenernos cada tarde, nos enseñó que el entrenamiento es un estilo de vida para los guerreros que quieren superarse todos los días, y gran parte de esa lección se la debemos al gran maestro Roshi.