El Chavo del Ocho es una de las producciones mexicanas más reconocidas a nivel nacional y en el extranjero. Con casi 10 años al aire, el programa marcó a la televisión mexicana para siempre y, a pesar de que llegó a su fin, sigue siendo recordado y tiene eco en la cultura pop.
Se dice que una de las causas que llevó al fin del show fue que Quico, interpretado por Carlos Villagrán, tenía más popularidad que El Chavo. El roce de ego, supuestamente, llevaría a la separación del elenco, de Villagrán y Ramón Valdez, pero existe otra versión que asegura que las discusiones pudieron deberse a un triángulo amoroso.
Florinda Meza, quien interpretaba a Doña Florinda, fue la última esposa de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito. Tras vivir varias décadas juntos, se casaron en 2004, Bolaños con 20 años más que ella. Desafortunadamente, el comediante falleció en 2014 por problemas de salud.
Sin embargo, Carlos Villagrán confirmó que Florinda Meza y él tuvieron una relación de cinco años a escondidas mientras grababan “el programa humorístico número uno de la televisión mexicana”. Antes de que terminaran su relación, este le pidió consejos al propio Chespirito para decirle a su entonces pareja que ya no quería estar con ella.
Tras la ruptura, Gómez Bolaños aprovechó su momento y comenzó a coquetear con Meza, cortejo que le llevaría cinco años, hasta lograr un beso. La actriz, al principio, no aceptaba la relación porque Chespirito era un hombre casado y con seis hijos. Pero al final, terminaron juntos y ella lo describe como “el amor de su vida”.
Sin embargo, Meza pasó a tener otra posición en la producción, pues ya no era una compañera más, sino la “mujer del jefe”, hecho que llevaría a roces entre el elenco, al punto de que salieran dos de los personajes más queridos del programa: Don Ramón y Quico. Sin dos de los personajes que le daban dinamismo a la escena, el programa no volvió a ser el mismo y concluyó al poco tiempo.