La mayoría de nosotros crecimos viendo el fantástico mundo de Disney, ya fueran sus programas de televisión, películas o simplemente escuchando y cantando los soundtracks. Incluso hoy en día nos emocionamos al ver alguna escena o recordar nuestra película favorita de la infancia, sobre todo aquellos que tienen hijos a los que también les gusta el contenido de la empresa estadounidense.
La gran creatividad de todo el grupo de trabajo sorprendió al mundo entero, pero tuvieron que utilizar una técnica para agilizar el procedimiento de creación de las películas y eso fue: reciclar animaciones.
Disney es una de las compañías más grandes en el mundo de las caricaturas, pero no siempre fue así. Comenzó siendo una empresa pequeña y a mediados del siglo XX, el estudio no tenía un gran ejército de ilustradores para hacer las películas, por lo que tenían que ingeniárselas para tardar menos tiempo.
Para Blancanieves en 1937, los dibujantes realizaron manualmente más de un millón de imágenes para que la película pudiera durar 83 minutos. Eso significa que alrededor de 570 artistas pasaron tres años dibujando.
Debido al gran trabajo que implicaban las películas posteriores, la empresa utilizó escenas preexistentes de otras caricaturas, y lo más seguro es que nunca lo habías notado: