Las películas basadas en videojuegos son complicadas de realizar, pues no solo deben ser fieles a la historia, los personajes también tienen que ser representados correctamente y, además, los efectos especiales juegan un papel muy importante. Hay pocas películas que logran estos objetivos.
La película de 1994 Street Fighter: La última batalla pudo haberlo logrado, es decir, tenía un buen elenco y le dieron un presupuesto decente, pero debido a decisiones mal tomadas durante la pre y posproducción, este proyecto falló completamente y solo quedó en una penosa primera parte.
A continuación te decimos algunos datos que probablemente no sabías sobre este fracaso taquillero.
1. Jean-Claude Van Damme y las cochinas drogas
A pesar de promover una apariencia saludable y atlética en todas sus películas, la realidad es que Van Damme gastaba cerca de 10 mil dólares a la semana en su adicción a la cocaína. El estudio incluso intentó contratar a una persona que lo mantuviera bajo control y lo siguiera a todos lados para evitar que el actor se consumiera. Sin embargo, todo se salió del control, ya que este personaje se convirtió en el amigo de parrandas del actor, comenzó a drogarse y a salir de fiesta junto con él, lo que ocasionó que se retrasaran las grabaciones, pues debían esperar a que estuviera sobrio para filmar.
2. Raúl Juliá y el cáncer
El querido actor, quien interpretó al villano M. Bison, fue operado de un agresivo cáncer de estómago poco antes de que comenzara el rodaje. Se dice que Juliá sufrió durante todo el proceso. Falleció pocos meses después de finalizar las grabaciones.
3. La estruendosa pirotecnia
La película se caracteriza por sus exageradas escenas de acción y el uso innecesario de grandes explosivos. En una escena, la pirotecnia se salió de control y explotó un edificio entero de manera accidental.
4. Tailandia, el peor lugar para filmar
Tailandia fue el país elegido para filmar esta película por sus paisajes selváticos. Sin embargo, fue un martirio grabar en aquel lugar. Primero, varios miembros del reparto enfermaron al no estar acostumbrados a la comida local, lo que les hizo perder mucho peso en poco tiempo. Otros tuvieron problemas en la piel tras entrar en contacto con el agua del río Chao Phraya, y muchos miembros de la producción se desmayaron debido a las altas temperaturas.
Por si fuera poco, el equipo usaba demasiada electricidad y provocaron sobretención en la central energética de la localidad y un apagón que retrasó el rodaje dos semanas. A los responsables no les quedó de otra más que cambiar de locación y se fueron a terminar de rodar a Australia.
5. Kylie Minogue y su entrada de último momento
A pesar de que hoy en día es una estrella mundial, a mediados de los 90 la actriz y cantante no era tan conocida. De hecho, su aparición en el filme sucedió de manera casual, ya que el director, Steven da Souza, la conoció en un artículo de la revista Who, donde aparecía en la lista de “Las 40 personas más atractivas del mundo”. Souza la contactó para que interpretara a Cammy, la mano derecha de Guile.
Años después se reveló que Minogue y Van Damme sostuvieron un romance extramarital durante el rodaje, el cual fue confirmado por el actor en una entrevista.
6. Se tomaron mucha libertad creativa
Aunque la película sí tiene ciertos elementos del videojuego Super Street Fighter II, en realidad la producción cambió mucho la historia e incluyó nuevos personajes como Cammy y T. Hawk. El filme adapta libremente el material del videojuego, creando una trama centrada en el enfrentamiento entre las fuerzas militares de Guile y Bison y dejando a un lado todo lo relacionado con el torneo de lucha, que es lo que da sentido al juego. También se cambió la nacionalidad de varios personajes, así como sus historias.
7. El director tuvo que pagar sueldos de su propio bolsillo
La película contó con un presupuesto de 35 millones de dólares, gran parte de los cuales fueron gracias a Capcom, la compañía tras los derechos de los videojuegos. Ellos pidieron expresamente que Guile fuera interpretado por Van Damme, aunque muchos no querían porque el personaje es un soldado estadounidense y el actor tenía un marcado acento belga.
Además, Van Damme exigió un salario de ocho millones de dólares. Debido a esto y todos los problemas de producción que tuvieron en Tailandia, al director no le quedó de otra que completar el reparto con actores menos conocidos y pagarles a algunos de ellos con su propio dinero.
8. Sigue generando ingresos
A más de dos décadas de su estreno en cines, la película sigue acumulando 50 millones de yenes al año, o sea, casi medio millón de dólares, los cuales vienen de los derechos de emisión para televisión y las ventas del filme en DVD y Blu-ray.
9. No hubo ni un Hadouken
Mientras que algunas técnicas de los personajes quedaron reflejadas en la película, otras escenas tuvieron que ser improvisadas. En el caso del icónico Hadouken, debido a la edición tardía de la cinta, no se pudieron agregar los efectos de llamas azules.
Aunque las coreografías son uno de los mejores aspectos de la película, su preparación fue poco planificada y bastante improvisada. Incluso Van Damme tuvo que ayudar en la pelea con Ken y Ryu, a pesar de que él no salía en la escena.
10. Hicieron un videojuego basado en la película
Tras la película, dos videojuegos fueron lanzados. Uno de ellos para arcades y el otro para consolas PlayStation y Sega Saturn. Para ambos, los actores fueron digitalizados como el videojuego de Mortal Kombat. Ninguno de estos juegos se destacaba por su calidad, por lo que pronto fueron olvidados por los fans.