Con la pandemia los bares cerraron, lo que hizo que los hábitos de consumo y de salidas se modificaran, y que ahora las personas beban en casa o incluso hayan decidido dejar la bebida. Pero hay otros para quienes, si ellos no pueden ir al bar, este sí puede venir a ellos hasta su propio jardín, como Amy y su esposo, quienes crearon The Drunken Crab en su casa.
Hemos visto otros casos en los que las personas acomodan una mesa, ponen una tabla como si fuera la barra y para ellas ya es un bar, y está bien, pero en esta ocasión vemos algo muy profesional, y claro, esto depende de los recursos económicos con los que se cuente para realizar el proyecto.
Durante tres semanas estuvieron planeando, diseñando y construyendo hasta que lograron su objetivo de tener un bonito espacio para ellos, en el que además también aceptan “niños y mascotas”, así que no hay ninguna restricción para que se la puedan pasar de lo mejor en familia.
Decorado con muy buen gusto, ahora tienen un espacio que no le pide nada a algún bar establecido, y lo mejor de todo es que pueden entrar cuando quieran… Bueno, incluso se pueden dormir ahí sin que el guardia los eche a la calle, y eso es algo que no cualquiera puede hacer. Veamos ahora algunas imágenes de esta belleza.