Las películas de acción no serían nada sin algo de emoción en sus escenas, así como los dramas, que sin algo de dolor, no pueden despertar las pasiones del espectador. Por ello los actores lo dan todo de sí para darle realismo al asunto, a veces arriesgando el propio cuello.
A continuación te presentamos 11 casos en los que celebridades de la pantalla grande pusieron su integridad en peligro por malas decisiones o accidentes, pero que afortunadamente no pasó a mayores y terminaron librándola. Es más, algunas veces, estas lesiones incluso mejoraron el filme.
1. Channing Tatum: Se lastimó las dos cabezas
Así es, Channing Tatum es muy diligente en su trabajo y si va a lastimarse, prefiere hacerlo tanto como pueda. Durante la filmación de Foxcatcher, el actor rompió un espejo recubierto de plástico golpeándolo tres veces con la cabeza… haciendo un hoyo en el espejo y hasta en la pared detrás. Él, claro está, terminó sangrando de sus lesiones en la cabeza.
La otra lesión que sufrió en su otra cabeza ocurrió unos tres años antes de Foxcatcher, en The Eagle, de 2011. El actor tenía que sumergirse en agua helada y al terminar las tomas, le echaban agua caliente encima para evitar la hipotermia. Al terminar la filmación de un día, un chico de la producción le echó agua hirviente dentro del traje porque olvidó diluirla en agua templada, resultando en quemaduras en la piel de la cabeza de su pene.
2. Steve Carell: Depilado a los 40
Bueno, hay malas ideas y hay peores ideas… y la escena de la depilación de Virgen a los 40 parece haber sido una de las peores ideas de Steve Carell, quien pensó que ir con una persona que lo hiciera en la vida real le ayudaría a actuar en la escena. ¿El resultado? Un actor gritando por genuino dolor y heridas abiertas. Lo bueno es que tuvo el humor para aceptar que fue algo realmente tonto y su completa responsabilidad.
3. Harrison Ford: Fugitivo herido
No es coincidencia ni mera actuación que desde la mitad de la película El fugitivo, el doctor Richard Kimble (el personaje de Ford) esté cojeando mientras huye de la justicia, pues Ford sí se torció una pierna durante la escena de persecución en el bosque, lastimándose los ligamentos.
El actor no quiso someterse a cirugía hasta terminar la película para mantener más “realismo” en su personaje. Y qué bueno que lo hizo, para mantener la emoción, aunque ni así lo alcanzaba Tommy Lee Jones…
4. Jim Caviezel: Qué “bonito” dolor
Parece que Caviezel, el intérprete de Jesús en La pasión de Cristo, tuvo una experiencia religiosa al estilo autoflagelación porque, a pesar de haberse lastimado gravemente durante la escena del viacrucis y durante las torturas a su personaje, consideró que todo el dolor que sufrió (se dislocó el hombro cargando la cruz, se golpeó la cabeza y mordió la lengua al caer bajo su peso y hasta recibió un corte durante sus azotes) hizo que las tomas fueran “más hermosas”, ya que reflejaban su fe.
5. Jackie Chan: ¿Cuándo no se ha lastimado?
Este actor, famoso por realizar sus propias escenas de riesgo en uno de los géneros más riesgosos del cine, el de artes marciales, se ha roto huesos y ha tenido roces con la muerte en incontables ocasiones. De hecho, el póster promocional en japonés de su película Dragón naciente es un “mapa” de sus lesiones más importantes, desde fracturas en El maestro borracho (1978) hasta parálisis y lesiones oculares en Espía por accidente (2001) y El poder del talismán (2003), respectivamente.
6. Tom Hanks: Peligros de ser un náufrago
Es extraño, pero Tom Hanks sufrió en carne propia uno de los verdaderos peligros de estar lejos de la civilización luego de filmar El náufrago (2000), pues una heridita que se hizo justo cuando salían de la isla donde se filmó la película se le infectó gravemente.
El actor dice que se le inflamó tanto la pierna que fue al doctor, quien dijo que apenas se salvó de envenenamiento sanguíneo que pudo haber terminado siendo fatal si no se hubiera atendido a tiempo.
7. Charlize Theron: No es de hule
Durante la filmación de Æon Flux, Charlize Theron se lesionó intentando hacer una maroma invertida que terminó con ella aterrizando en su cuello apenas a diez días de haber empezado a trabajar. La hernia de disco que el accidente le provocó retrasó la producción por ocho semanas, pero, afortunadamente, la actriz se recuperó por completo.
8. Michael J. Fox: (Casi) la (última) actuación de su vida
Aunque eso de “poner las cosas lo más realistas posibles” puede hablar de profesionalismo y entrega, a veces no podemos evitar preguntarnos ¿en qué pensaban estos tontos? Durante la escena del ahorcamiento de Marty en Volver al Futuro III, el plan era que el actor sostuviera la cuerda lejos de su cuello mientras colgaba realmente. ¿Qué podía salir mal?
Resulta que todo salió mal. Fox no pudo mantenerse a salvo y la cuerda lo sofocó, de modo que quedó inconsciente por varios segundos. Afortunadamente, alguien se dio cuenta de que no era una excelente actuación, sino un auténtico encuentro cercano con la muerte y lograron rescatarlo a tiempo.
9. Leonardo DiCaprio: Demasiado entusiasta para su propio bien
Leonardo DiCaprio es de esos actores que ponen el “carácter” en “actor de carácter”, y en pocas ocasiones lo ha demostrado tan claramente como en su monólogo en Django sin cadenas, donde al momento de golpear una copa de vidrio se cortó la mano, pero en vez de buscar atención médica inmediata, usó el dolor para mejorar la escena.
10. Brad Pitt: Demasiado profesional
Brad Pitt es tan profesional que se mete realmente en su personaje, muchas veces en su propio perjuicio. Por ejemplo, durante la filmación de Se7en, su personaje, el detective Mills, debía lastimarse durante una persecución y el actor se lastimó realmente el brazo al resbalarse. Además, en Troya, se lastimó su tendón de Aquiles, siendo que su personaje era, por supuesto, Aquiles. Muy buen trabajo, Brad.
11. James Franco: Dando en el clavo
James Franco es conocido como uno de esos actores a los que les gusta tomarse la interpretación en serio, tirando y recibiendo golpes de a de veras, pero durante la filmación de Piña Express, es probable que sus heridas fueran por accidente. Durante una escena donde el actor debía chocar contra un árbol, habían colocado una almohada para amortiguar el golpe, pero todo salió mal.
Verán, la almohada había sido asegurada al árbol con un tornillo en vez de usar pegamento y, por supuesto, Franco fue a estrellarse precisamente en el punto donde estaba el tornillo, lastimando su frente. La herida que sufrió es la razón para que su personaje, Saul Silver, use una banda en la cabeza por el resto del filme, pues quería ocultar la lesión.