Aunque con los actuales servicios de streaming es más fácil prender la tele y ver la caricatura que gustes, los de la vieja escuela recordamos con nostalgia cuando esperábamos toda la semana para disfrutar los maratónicos programas de caricaturas del sábado por la mañana, que eran más dulces que el cereal con que las acompañábamos. Ahora la Inteligencia Artificial (IA) nos permite revivir esas épocas.
La usuaria de Instagram Gaby Castellanos se puso en modo recuerdos y pasó por la IA a varios de los personajes más icónicos de nuestra infancia. Alemanes, japoneses, corredores, campeones del bien, historias de amor y de tragedia, pero, sobre todo, desde la prehistoria hasta tiempos modernos, nos volvemos a sentir niños con estos 10 shows reimaginados:
1. Son Gokú (Dragon Ball)
En esta selfie, el saiyajin favorito de todos aparenta ser un joven adulto justo antes del 23° torneo de las artes marciales… porque luego de que Milk lo agarrara en ese certamen para llevarlo al altar como su marido, probablemente la sonrisa le salía con más dificultad.
2. Candice “Candy” White Ardley y Terry Grandchester (Candy Candy)
Candy Candy era un show especializado en inducir tantas lágrimas como facepalms y en esta imagen vemos a la protagonista con uno de los galanes que dejó por ahí regados y que la está persiguiendo hasta el final de la serie. Aquí están los tortolitos, de seguro, tomándose la selfie en el jardín de Anthony, para echar sal en la herida.
3. Heidi (Heidi, la niña de los Alpes)
Con su característica sonrisa, que le sale natural en las buenas y las malas, Heidi se toma la selfie con las ovejas y aunque, aparentemente, no invitó a Pedro ni a Clarita, quizá podamos identificar por ahí en el fondo a Copo de Nieve.
4. Carlitos Finster (Aventuras en pañales)
Aunque Tommy era el líder de los revoltosos chamacos de Aventuras en pañales, el show de Nickelodeon no hubiera sido el mismo sin su preocupón y siempre mocoso patiño, Carlitos, quien estaba ahí para poner peros a todas las peripecias en las que terminaban involucrados.
5. Pedro Picapiedra y Dino (Los Picapiedra)
El Padre de familia gruñón, iluso e incompetente que fue el modelo a seguir, junto con su familia, de los personajes amarillos de caricatura más icónicos en la actualidad se retrata aquí con el mejor amigo del cavernícola, su perro… perdón, dinosaurio… o, al menos, eso dicen. ¿En serio hay fósiles de bichos que se parezcan a Dino?
6. He-Man (He-Man y los amos del Universo)
El He-Man que conocimos en los cartoons fue un tipo bonachón y progresista que era tan macho que no le daba pena vestirse de rosa y usar mallas cuando era el “príncpe Adam” y que partía cráneos malignos a mano limpia cuando había que proteger al inocente… o enseñarle moralejas a los niños. Aquí está subiendo su selfie a las “redes sociales de Eternia”.
7. Meteoro (Meteoro)
Meteoro era un show en el que se mezclaba intriga, espionaje y acción con una enredada historia familiar donde la atracción eran las carreras de los autos fuera de serie y que empleaban artilugios de fantasía que iban desde resortes y planeadores hasta lanzallamas y armas medievales robotizadas. Aquí tenemos a Meteoro en su Mach-5 con la selfie de la victoria tras burlar una vez más a la muerte… y, seguramente, preguntándose por enésima vez quién es el “Corredor X”.
8. Pierre Nodoyuna (Autos Locos)
Otro conductor, pero menos exitoso que Meteoro. El villano y antagonista por excelencia de Hanna-Barbera hace acto de aparición en esta selfie, donde, evidentemente, cree que logró hacer que sus rivales mordieran el polvo, aunque lo más probable es que en unos instantes su no tan fiel perro Patán le dé las malas noticias de que perdió por millonésima vez.
9. Ricky Ricón (Ricky Ricón)
Es una teoría conspirativa muy común la de que Gasparín es en realidad Ricky Ricón luego de que sufriera algún accidente mortal debido al tremendo parecido entre los diseños de ambos personajes. En esta selfie, el niño parece a punto de entrar en la preadolescencia y Gasparín es el fantasma amigable de un infante, así que es probable que la tragedia del mito urbano sea inminente.
10. Marco y Pepino (Marco, de los Apeninos a los Alpes)
Marco es un niño que viajó desde su natal Italia hasta la Pampa Argentina para reunirse con su mamá y hacer las paces con ella luego de que unas agrias palabras y un berrinche marcara su último momento juntos. Aquí, evidentemente, ni él ni su inseparable Tití saben lo que le espera al final de su odisea, porque, de lo contrario, él estaría hecho un mar de lágrimas. Marco siempre diría “Mi mono Pepino y yo viajamos con la esperanza de ver a mi mamá”, pero la realidad es dura, chico.