Aunque los marvelitas estamos completamente de acuerdo en que las películas de Infinity War y Endgame llevaron el entretenimiento y las aventuras de superhéroes al siguiente nivel, también sabemos que no serían lo mismo sin el previo enfrentamiento que nos dividió en Team Cap y Team Iron Man.
El 6 de mayo del 2016, la tercera película del Capitán América Civil War fue estrenada en cines, y ahora que ya pasaron cinco años podemos volver a apreciar su genialidad y relevancia en el desarrollo y expansión del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés).
Los hermanos Anthony y Joe Russo ya habían demostrado tener el talento necesario para dirigir películas del MCU, especialmente aquellas que implicaban cruzar las historias de clásicos personajes.
Ellos estuvieron detrás de Capitán América y el Soldado de Invierno — considerada otra gran cinta de la franquicia — y por el gran trabajo que hicieron, Marvel Studios les encargó que continuaran con las próximas películas que involucrarían directamente a Steve Rogers.
Antes de Civil War se había notado la extraña amistad entre el Cap y Tony Stark, pues desde The Avengers (2012) notamos que tenían valores y creencias muy diferentes, pero que ambos estaban dispuestos a trabajar juntos para un bien mayor.
Pero debido a los Acuerdos de Sokovia, estos personajes se contrapusieron en dos bandos: uno a favor de darle límites a los Vengadores para que no terminaran siendo vigilantes y otro a favor de seguir trabajando sin trabas burocráticas.
El dilema entre elegir uno de estos bandos fue aprovechado por Zemo para destruir desde adentro al equipo de superhéroes. Quizá Tony y Steve hubieran llegado a un acuerdo tarde o temprano de forma pacífica, pero Civil War nos reveló que hasta los más grandes héroes pueden ser manipulados si se dejan llevar por el orgullo.
Esta película creó una ruptura en el lado de los héroes, pero sobre todo hizo las presentaciones oficiales de personajes como Spider-Man y Black Panther en el MCU, quienes posteriormente tendrían sus cintas en solitario.
Los directores nos dieron nuevos miembros de los Vengadores, pero también nos mostraron en lo que se convertirían los personajes que ya conocíamos. Por ejemplo, en ese entonces se supo que Wanda era una figura muy importante en la trama del MCU debido a sus poderes, y que ella y Visión compartían un vínculo debido a la Gema de la Mente.
Esa relación entonces solo era un detalle romántico, pero en el futuro llegó a convertirse en la serie WandaVision. Algo similar se podría decir respecto a Sam Wilson y Bucky Barnes, quienes en Civil War dieron su primera batalla juntos.
Civil War realmente es una montaña rusa (¿referencia a los hermanos Russo?) en la que los héroes más poderosos del planeta comenzaron unidos, se separaron en una batalla encarnizada, trataron de hacer las paces, hubo una ruptura entre Steve y Tony que parecía definitiva, pero al final se reconciliaron con su estilo característico.
Ha pasado media década desde que los Vengadores nos dieron la película que sería el inicio de los grandes crossovers en el cine y catapultó a los personajes más populares del MCU.
Aunque Infinity War y Endgame son la corona de Marvel Studios y el MCU, no hay duda de que Civil War es la mejor joya que adorna esta franquicia.